Psicología

Centro MENADEL PSICOLOGÍA Clínica y Tradicional

Psicoterapia Clínica cognitivo-conductual (una revisión vital, herramientas para el cambio y ayuda en la toma de consciencia de los mecanismos de nuestro ego) y Tradicional (una aproximación a la Espiritualidad desde una concepción de la psicología que contempla al ser humano en su visión ternaria Tradicional: cuerpo, alma y Espíritu).

“La psicología tradicional y sagrada da por establecido que la vida es un medio hacia un fin más allá de sí misma, no que haya de ser vivida a toda costa. La psicología tradicional no se basa en la observación; es una ciencia de la experiencia subjetiva. Su verdad no es del tipo susceptible de demostración estadística; es una verdad que solo puede ser verificada por el contemplativo experto. En otras palabras, su verdad solo puede ser verificada por aquellos que adoptan el procedimiento prescrito por sus proponedores, y que se llama una ‘Vía’.” (Ananda K Coomaraswamy)

La Psicoterapia es un proceso de superación que, a través de la observación, análisis, control y transformación del pensamiento y modificación de hábitos de conducta te ayudará a vencer:

Depresión / Melancolía
Neurosis - Estrés
Ansiedad / Angustia
Miedos / Fobias
Adicciones / Dependencias (Drogas, Juego, Sexo...)
Obsesiones Problemas Familiares y de Pareja e Hijos
Trastornos de Personalidad...

La Psicología no trata únicamente patologías. ¿Qué sentido tiene mi vida?: el Autoconocimiento, el desarrollo interior es una necesidad de interés creciente en una sociedad de prisas, consumo compulsivo, incertidumbre, soledad y vacío. Conocerte a Ti mismo como clave para encontrar la verdadera felicidad.

Estudio de las estructuras subyacentes de Personalidad
Técnicas de Relajación
Visualización Creativa
Concentración
Cambio de Hábitos
Desbloqueo Emocional
Exploración de la Consciencia

Desde la Psicología Cognitivo-Conductual hasta la Psicología Tradicional, adaptándonos a la naturaleza, necesidades y condiciones de nuestros pacientes desde 1992.

sábado, 2 de mayo de 2020

Cerro del Aceituno

Vistas de Granada desde el Cerro del Aceituno, una de las más hermosas de la ciudad Al este de la ciudad nazarí de Granada se encuentra lo que se conocía como el altozano del Aceituno, en un terreno que en su parte final se alzaba bruscamente hasta el cerro. El cerro del Aceituno o del Aceytuno se llamaba así porque según la tradición, allí se erguía durante todo el año un olivo seco que en un sólo día se cubría de hojas durante la noche, florecía al amanecer, cuajaba la rapa a media mañana, verdeaba con el sol de mediodía y maduraba el fruto por la tarde. Según la leyenda, las aceitunas recogidas por doncellas y viudas se repartían entre los asistentes y se conservaban celosamente durante el siguiente año por sus propiedades curativas y milagrosas. Dos veces al año los granadinos subían al cerro del Aceituno para celebrar unas fiestas de origen pagano y de origen remoto en la historia de la ciudad, las dos en honor a la agricultura y ambas basadas en el calendario solar juliano en vez de en el lunar que el Islam tenía establecido para contar el paso de los años. El paisaje de la ciudad de Granada desde el mirador de San Miguel La primera, para la fiesta de la ansara, coincidente con el solsticio de verano y la noceh de San Juan en el mundo cristiano, el primer día del estío y día de mayor duración de luz solar a partir del cual el sol comienza a declinar en beneficio de la noche. La segunda gran celebración era la pascua en los alaceres, la fiesta de la vendimia, coincidente con el equinoccio del otoño, el día en el que finaliza el estío, cunado la duración de la oscuridad de la noche se equipara a la de la luz del sía con la entrada del sol en la constelación de Virgo. Los alaceres se festejaban en diferentes lugares de la ciudad, en los ensanches de los barrios y en las riberas de los ríos Darro (Hadarro) y el Genil (Xenil), aunque el lugar más concurrido era el cerro del Aceituno. Se conmemoraba el inicio de la recolección de la uva, una parte de la cual se pisaba para sacar mosto y otra se colgaba en las vigas de las casas para su consumo o para dejarla secar y obtener pasas. Muchos granadinos subían al cerro con sus cuévanos, los cestos grandes y hondos con los que en los días siguientes recogerían los frutos de las vides. Zambras al aire libre animaban la ciudad y los ciudadanos se entregaban a danzas y cantes populares. La prohibición coránica de ingerir alcohol por considerarla una bominación del demonio, no era respetada en Granada. Prueba de ello era la propia fiesta que celebraba la ciudad ese día, conmemorando la recogida de la uva, la rentabilidad del agracejo malagueño del que se obtenía un apreciado caldo, y la proliferación de las tabernas en todo el reino nazarí, en las que se bebía sin represión por parte de la autoridad Artículo*: Miguel Casel Más info en psico@mijasnatural.com / 607725547 MENADEL (Frasco Martín) Psicología Clínica y Transpersonal Tradicional (Pneumatología) en Mijas Pueblo (MIJAS NATURAL) *No suscribimos necesariamente las opiniones o artículos aquí compartidos
Vistas de Granada desde el Cerro del Aceituno, una de las más hermosas de la ciudad Al este de la ciudad nazarí de Granada se enc...

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