"P. Encuentro difícil escapar a la intención, la intención de relajarme, de estar claro, en paz y todo eso. ¿Podrías hablar más sobre la observación inintencionada? R. La verdadera observación está completamente desprovista de ideales e ideas. Estar libre de intención es estar libre de dirección. Es ser multidimensional. No tiene nada que ver con la concentración que busca un resultado. En la observación real, funcionas como el científico que toma nota sin interferencia psicológica. El científico como persona, como actitud, se halla completamente ausente y, en este vacío, la atención pura es como un imán al que las observaciones, a, b y c se ven, en cierto momento, atraídas como pedazos de metal. Del mismo modo, si tomas nota sin análisis ni crítica, habrá una súbita toma de conciencia. Al principio la sentirás durante una reacción, después antes de la reacción y más tarde en el momento del impulso a reaccionar. Entonces llegará un momento en que te verás libre incluso del impulso a reaccionar. Cuida de que la observación sea siempre puramente funcional. Existe a menudo el reflejo de crear una actitud de desapego. Esta laguna psicológica nada tiene que ver con ser el testigo. Muy a menudo, cuando pensamos que vemos claramente una situación, no hemos hecho más que inventar una objetividad psicológica. Este distanciamiento es obra de la imagen de sí mismo que uno tiene y no deja de ser reacción. La observación sin reacción no puede jamás ser un pensamiento, una actitud que uno aprende. No tiene nada que ver con el proceso analítico. Discurre por un canal completamente nuevo y la conclusión es instantánea" Jean Klein (¿Quién soy yo?)
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