Psicología

Centro MENADEL PSICOLOGÍA Clínica y Tradicional

Psicoterapia Clínica cognitivo-conductual (una revisión vital, herramientas para el cambio y ayuda en la toma de consciencia de los mecanismos de nuestro ego) y Tradicional (una aproximación a la Espiritualidad desde una concepción de la psicología que contempla al ser humano en su visión ternaria Tradicional: cuerpo, alma y Espíritu).

“La psicología tradicional y sagrada da por establecido que la vida es un medio hacia un fin más allá de sí misma, no que haya de ser vivida a toda costa. La psicología tradicional no se basa en la observación; es una ciencia de la experiencia subjetiva. Su verdad no es del tipo susceptible de demostración estadística; es una verdad que solo puede ser verificada por el contemplativo experto. En otras palabras, su verdad solo puede ser verificada por aquellos que adoptan el procedimiento prescrito por sus proponedores, y que se llama una ‘Vía’.” (Ananda K Coomaraswamy)

La Psicoterapia es un proceso de superación que, a través de la observación, análisis, control y transformación del pensamiento y modificación de hábitos de conducta te ayudará a vencer:

Depresión / Melancolía
Neurosis - Estrés
Ansiedad / Angustia
Miedos / Fobias
Adicciones / Dependencias (Drogas, Juego, Sexo...)
Obsesiones Problemas Familiares y de Pareja e Hijos
Trastornos de Personalidad...

La Psicología no trata únicamente patologías. ¿Qué sentido tiene mi vida?: el Autoconocimiento, el desarrollo interior es una necesidad de interés creciente en una sociedad de prisas, consumo compulsivo, incertidumbre, soledad y vacío. Conocerte a Ti mismo como clave para encontrar la verdadera felicidad.

Estudio de las estructuras subyacentes de Personalidad
Técnicas de Relajación
Visualización Creativa
Concentración
Cambio de Hábitos
Desbloqueo Emocional
Exploración de la Consciencia

Desde la Psicología Cognitivo-Conductual hasta la Psicología Tradicional, adaptándonos a la naturaleza, necesidades y condiciones de nuestros pacientes desde 1992.

lunes, 27 de julio de 2020

Una pasión tiránica. Juan Manuel de Prada

Una pasión tiránica Juan Manuel De Prada ANIMALES DE COMPAÑÍA En una secuencia de El secreto de sus ojos, la célebre película de Juan José Campanella, la búsqueda de un tipo que ha perpetrado crímenes horrendos en el pasado cobra una deriva esclarecedora cuando en su correspondencia se descubren recurrentes alusiones al equipo de fútbol de sus entretelas. El criminal ha logrado cambiar camaleónicamente todos sus hábitos vitales, ha logrado transformarse –siquiera en apariencia– en otra persona para esquivar las pesquisas policiales; pero no ha conseguido reprimir esa pulsión futbolera que finalmente favorecerá su captura. «El tipo puede cambiar de todo –afirma el personaje que ha descubierto la fatal lealtad del criminal al fútbol–: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios… Pero hay una cosa que no puede cambiar. No puede cambiar de pasión». Esta debilidad humana, tan sagazmente señalada en la película de Campanella, ha sido utilizada siempre por todos los tiranos e ingenieros sociales que en el mundo han sido. La adhesión o sometimiento a cualquier forma de tiranía exige un forzamiento de índole intelectual y espiritual tan violento y humillante que el tirano, a cambio, necesita entregar magnánimamente a los sometidos una limosna o gallofa que los consuele, una ‘pasión’ que halague las zonas más sensibles (más volitivas o concupiscentes) de su vida; de este modo, a la vez que el tirano aplaca la exasperación o disconformidad de sus sometidos, provoca en ellos un contento o satisfacción personal que –sin que ellos lo adviertan– se convierte pronto en dependencia y adicción que los animaliza, que los convierte en dóciles perros del tirano, dispuestos a aceptar los forzamientos más violentos y humillantes de índole intelectual o espiritual (pero, a medida que sucumben a su ‘pasión’, los sometidos dimiten de inquietudes intelectuales o espirituales), con tal de que los provea de la dosis necesaria de esa ‘pasión’ que tanto los satisface. Dosis que, inevitablemente, tendrá que ser cada vez mayor, como siempre ocurre con los adictos. En las modernas formas de tiranía la ‘pasión’ que el tirano se cuida de suministrar a sus sometidos es lo que Chesterton llamaba «la religión erótica que, a la vez que exalta la lujuria, prohíbe la fecundidad». Esta religión erótica, con todas sus infinitas ramificaciones penevulvares, garantiza la conversión del pueblo (o, en la jerga marxista, del ‘sujeto revolucionario’) en una patulea mansurrona, prisionera de sus bajos instintos y amorrada al pilón (o pilona), a la que ya no se le va «toda la fuerza por la boca», sino por otros orificios que, a la vez que derraman estérilmente humores, absorben y vampirizan –como advertía Marcuse– toda la fuerza creativa humana que en otras épocas inspiraba las rebeliones contra el poder. La sexualidad multiforme, liberada de las instituciones que la encauzaban o hacían fecunda tanto en el sentido literal como en el sentido político (empezando, naturalmente, por el matrimonio), se ha convertido en la ‘pasión’ que la moderna tiranía suministra y fomenta. Durante la actual plaga coronavírica esta pasión tiránica se ha revelado de una manera especialmente llamativa (rechinante, incluso) que los medios de adoctrinamiento de masas han ocultado cipayamente (o, en el mejor de los casos, enmascarado bajo difusas invocaciones a la «responsabilidad personal»). Pues resulta, en verdad, desquiciante que, mientras se dictan decretos que ordenan a la gente llevar bozal por la calle o le impiden desplazarse entre provincias o incluso le exigen quedarse en casa, ningún decreto haya prohibido la prostitución ni cerrado las aplicaciones para móviles que permiten a los ‘apasionados’ mantener encuentros sexuales alimañescos. Durante los últimos meses, miles de personas han visitado o recibido en su casa a otras personas desconocidas, con las que han intercambiado flujos y virus a mansalva, multiplicando exponencialmente los contagios; sin embargo, cuando se trata de señalar y estigmatizar a los ‘irresponsables’, los medios de adoctrinamiento de masas siempre eligen a la pandilla de amigos que se reunió para celebrar un cumpleaños o a la comunidad de evangélicos que se juntó para rezar. Jamás al ‘apasionado’ o ‘apasionada’ que recurrió a la prostitución o a las aplicaciones para ligar que funcionan a destajo y sin cortapisas. Y es que la tiranía moderna sabe perfectamente que sus sometidos no pueden cambiar de ‘pasión’; por lo que les garantiza magnánimamente las vías de suministro que los mantengan aplacados y satisfechos y animalizados, aunque sea a costa de que multipliquen los contagios. Entretanto, por supuesto, se obligará a la gente a llevar bozal por la calle, bajo amenaza de onerosas multas: en realidad, Tinder y la mascarilla son el haz y el envés de la misma tiranía. La entrada Una pasión tiránica aparece primero en XLSemanal. Artículo*: Juan Manuel De Prada Más info en psico@mijasnatural.com / 607725547 MENADEL (Frasco Martín) Psicología Clínica y Transpersonal Tradicional (Pneumatología) en Mijas Pueblo (MIJAS NATURAL) *No suscribimos necesariamente las opiniones o artículos aquí compartidos
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