En la actualidad estamos asistiendo como una accion maligna ha llevado a la disminución de la energía masculina y a la inversión de la femenina, obra que no puede ser catalogada de otra forma. Desde el punto de vista de la Tradición y el simbolismo podemos ubicar el origen de esto en el proceso de incentivar y aupar comportamientos que no son los correctos, y esto no visto desde el punto de vista de la moral sino del deber que corresponde a cada uno de los representantes de estas energías, hombre y mujer, en cuanto a sus acciones. Lo que se inauguró con la revolución francesa no fue otra cosa que la disminución de deberes para, en su lugar, erigir la anarquía del derecho, es así como vinculado a un libertinaje, que el posmoderno insiste en llamar libertad, hemos llegado a este punto de caos y desorden propio de la inversión, no solo simbólica sino material, de nuestra sociedad. A nuestros ojos se hace evidente que uno de esos comportamientos; no considero aquí las intenciones claras de los grupos de poder sobre toda la agenda detrás de esta desvirtuación; es el de la vergüenza hacia el padre, el rencor y la rabia hacia este, y en esto es culpable tanto hombre, por el abandono y el no querer ser consecuente con sus deberes, y la mujer por no hacer uso de ese amor que sana, y que al ser enseñado al hijo, debería llevarlo a descartar la vergüenza hacia el progenitor y exaltar a su vez su deber hacia su antecesor, que es el de la honra del padre cubriendo sus pecados (los asuntos económicos o culturales que puedan ser también factores de este asunto es otro tema que se escapa de esta entrada). Lo que nos antecede Desde antiguo en el Padre se ha visto, desde lo simbólico, aquello desde donde se proviene, lo que nos antecede, por tanto, el hijo actualiza ese pasado, lo hace nuevo (esto es clave para entender las palabras de Cristo en el evangelio) es así como los egipcios nos lo exponen con Osiris y Horus; a su vez en toda sociedad de corte tradicional se mantiene la memoria de los antepasados, de los antiguos. Pero, y claramente en una medida ínfima en relación con la población de aquel entonces y comparado con la situación actual, por algunos se ha visto al Padre como la representación de todo un pasado que se detesta, que incluso se odia o se quiere olvidar, se vincula con la tradición y con algo dañado, quizás muerto y que a algunos los lleva, y hoy se observa con frecuencia, a una indiferencia casi mortal con los ancianos. Por otro lado, también representa una búsqueda, búsqueda que no es actual, sino que se remonta a un pasado nebuloso y que en la edad media se actualizó con Perceval. Pero a esta accion dañina y autodestructiva se le contrapone la verdadera accion del hijo que no es otra que la de ser capaz de dar significado a ese pasado, ese pasado que lo trajo a él y a todos los que somos hijos. Además de unir todo lo que se nos ha dado como hijos, desde diferencias y similitudes con nuestros padres. Poner todo eso junto y darle un nuevo significado, es esa la actualización, es el hacer nuevo, es hacerlo real y presente es por tanto aquello que nos da capacidad de existir verdaderamente en este mundo y es lo que la da la capacidad de ser al hijo. Y es justamente esto último una de las tantas cosas que nos da y nos ejemplifica Cristo. La Anastasis, decenso de Cristo para liberar a los pratriarcas, sobre todo Adán y Eva Cristo, luego de morir, en la resurrección es traído de nuevo la vida, y esto llevado a cabo por el Padre , el cual es el máximo Taumaturgo de la creación, Él lo trajo de nuevo a la vida al tercer día, es como si en el Hijo se diera la realización del Padre, y esto ocurre como reflejo fiel en nosotros con nuestros padres, reflejo de la relación vertical entre El Padre y El Hijo, y que eventualmente viviremos ( o los que ya lo hemos vivido) con nuestros hijos. Es así como vemos la realización de los padres en los hijos y el ser de los hijos a partir del padre, pero a esto se suma también que la resurrección de Jesús trajo consigo la redención del padre terrenal de la humanidad, me refiero a Adán. Si observamos la representación de la Anastasis, podremos ver a Jesús en el inferno sacando las almas de allí, las almas de sus propios antepasados, desde allí saca al Padre Adán, es así como Jesús salva al Padre terrenal de la humanidad caída, ¡sí! nuestro padre Adán. Lo que ocurre de forma oculta es que Jesús se sacrifica voluntariamente sabiéndose Victorioso, de allí que en la iglesia ortodoxa esto se celebre bajo el título IC XC NIKA, es decir Jesucristo Victorioso… En ese sacrificarse a sí mismo Cristo está salvando a su padre, obviamente no el celestial, sino al padre caído, a Adán. Con su sacrificio redime todos los errores de Adan ( y también los de Eva) que son claramente la raíz de todos los problemas. Es así como extrapolamos que muchos de nuestros errores pueden ser una especie de herencia que obstinadamente podemos achacar a nuestros antepasados o simplemente vivir, y re-vivir estos errores sin ser consciente, pero, por otro lado; y este es el ejemplo que nos da Cristo, trabajaríamos en la redención de nuestros propios padres si solventamos esos errores en nosotros mismo lo que a vez se convierte en el acto de cubrir los errores de nuestros padres, para así actualizar y hacer nuevo lo que ellos nos legaron, y que como decíamos; es lo que nos permite la capacidad de ser. Esto que decíamos de cubrir los errores del padre, que es lo que hace Cristo con Adan, es la labor que tienen pendiente todos aquellos hijos que han optado por el odio y el rencor, que a su vez ha sido usado por algunos, sumando a ese odio a lo masculino, el absurdo epíteto de patriarcado opresor, y que debemos revertir en nuestras vidas en estos días que vivimos, con ese acto que comentamos como es cubrir los errores de nuestros padres, y tenemos para esto un gran ejemplo que nos los da Noé. En el Génesis se narra un episodio donde Noé se emborracha y se queda desnudo en su tienda. Cam, el hijo menor, entra, lo ve y, burlándose, sale a contarlo a sus hermanos. Estos, avergonzados por la burla de Cam, toman un tiempo de reflexión para luego entrar en la tienda y tapar a Noé sin mirarlo. Es lo mismo que nos aplica, ¿cuánto errores han cometido nuestros padres? – pero nosotros estamos en el deber de reflexionar sobre ellos e ir y cubrirlos-, es decir resaltar aquello, que viéndose como errores de nuestros padres, y que pervive en nosotros, se decide entonces enmendarlos- y ¿en qué forma? Pues luchando para no repetirlos – y esto lo ejecutan perfectamente los hijos de Noé al reflexionar y oponerse al irrespeto del hijo menor (Cam), porque fácil es criticar e irrespetar a nuestros padres, pero a lo que está llamado los hijos es a no repetir los errores del padre sino a mejorarse a sí mismo, esto es un sacrificio, y al hacerlo tapan o cubren los errores del padre. Y yendo más allá, con esta actualización se ayuda a su redención. ¿cuántos hoy reniegan de sus padres por el temprano abandono y ellos mismo perpetúan ese error engendrando hijos sin hacerse cargo de ellos?, también hay otros que condenan las adicciones de sus padres, pero siendo ellos mismos adictos. Del lado femenino vemos en aquella madre que en vez de incentivar al hijo a que no cometa los mismos errores de su padre, con el más tierno amor, por el contrario, lo lleva a manifestar en él un odio hacia su progenitor que lo único que causara es dolor y heridas profundas y muy posiblemente la repetición o intensificación de los errores. En fin, se trata de un sacrificio que debe realizar el hijo – y al que estan llamados todo los hijos- para enmendar el error del padre para cortar así la cadena de errores que solo traen sufrimiento. Genesis 9:24- La borrachera de Noe, la burla de Cam y la remicion del error del partiarca por parte del resto de sus hijos – Crónica de Nuremberg La función del sacrificio Con este sacrificio ocurre el momento de verdadera entrada en la masculinidad por parte del hijo, al renovar lo hecho por el padre; puede decirse de sí; que se ha vuelto verdaderamente un Hombre. Esto requiere una valentía enorme que solo aquellos verdaderamente exponente del Héroe Solar lo llevan a cabo, otros prefieren esconderse en las excusas, que hoy nos da por millares esta sociedad nihilista, para evadir la responsabilidad que tienen hacia su pasado y sus padres, no estoy en contra de herramientas; como la ayuda psicológica a la que se apela en muchos casos, pero que en parte lamentablemente se toma como una excusas para evitar hacer uso del mayor don que se nos ha dado y es la fuerza de voluntad, se prefiere la esclavitud del error al sacrificio propio por el uso de La fuerza de voluntad, que como dijo Aristóteles, no es otra cosa que la capacidad para dirigir y controlar las acciones propias. Con esta accion del hijo, que con su sacrificio de hacerse mejor a su padre no repitiendo los errores de este; no con un espíritu de revancha, sino con la humildad de cubrirle sus faltas; se ayuda a sanar la masculinidad de hoy, que a su vez ayudara en buena medida a la reconstrucción de la familia, con esto se honrará al padre pero también a la madre, cubriendo sus pecados se salva al padre del infierno que el mismo, en su ignorancia, generó, y con Cristo, podemos decir que hemos hecho todo nuevo, hemos entonces actualizado y dado significado a todo. Y en esto último la Mujer- a través de la madres- posee un importante rol. La madre con el amor que sana debe acompañar al hijo para que no repita el error del padre, quitando toda visión de revanchismo y poniendo a su vez el amor y el cariño que en sí trae la redención y de la que la madre es el claro exponente en esta vida. No es por nada que la palabra mamá es el nombre de Dios en los labios de los niños. La mujer allí tiene el don que debe usar y es de no dar espacio a que el mal tome el corazón del hijo, sino que sea solo la bondad la que haga hogar en él. Es así como esto se presenta en el Cuento del Graal en donde Herzeloyde madre de Parzival, nunca coloco a su hijo en contra de su padre, queriendo protegerle al alejarlo de la caballería y criarlo en el bosque, lo alejó con amor de todo mal en cuanto que Parzival nunca renegó de su padre y de sus errores, tanto es así que en ese proceso de vencerse a sí, Parzival termina por redimir los errores de Gahmureth pero también otros errores con un significado que va más allá de la propia vida del héroe, y fueron los errores de Amfortas, con esto Parzival se hace Rey del Grial, se acaba la tierra yerna, el reino desolado, el mal y la podredumbre, tan solo por el hecho de Parzival cubrir los errores de sus antepasados ( su padre y su tío, recordemos que Amfortas es tío de Parzival). Por otro lado, esto mismo lo vemos en el Señor de los Anillos, Aragorn carga con los errores de sus antepasados – Isildur – y eso lo lleva de forma dubitativa en su vida, hasta que venciendo todo lo malo en él, reconociendo así a su padre en el mismo, prometió no volver a repetir los errores de quienes le antecedieron, así llega el momento en donde le fue entregada la espada, la Llama del Oeste, que nos trae a la mente la espada del destino, con esto el Rey ha regresado y finalmente se devuelve el orden perdido, ahora todo es prosperidad y buenaventura. Batalla de Camlann, muerte de Mordred y derrota de Arturo De forma contraria esta Mordred, el cual no perdona a su padre el Rey Arturo, más bien le odia, no busca hacerse mejor por el sacrificio de sí y enmendar los errores de su progenitor, sino que todo lo hace por odio, por un odio hacia aquel que ve como culpable de todo mal en su vida y la de su madre. Va en contra de él, se desata la hecatombe, comparable a un ragnarök, la batalla es sangrienta, al final se enfrenta a su padre, luchan se hieren, Mordred muere, pero Arturo queda en un estado parecido a la muerte, es llevado a Avalon, el mundo artúrico con todas sus bondades, noblezas y buenaventuras se ha perdido para siempre, solo queda el caos, la desolación, se espera la vuelta de Arturo pero esto no podrá hacerse hasta que Mordred, el hijo, no enmiende los errores de su padre y ahora los suyos propios. Así se manifiesta que la no realización del hijo y ese cubrir las faltas del padre lleva a la muerte del primero y al letargo del último. Es así como en diferentes historias y leyendas se nos ha hablado del sacrificio del hijo por cubrir los errores de su padre, que cuando se realiza, se logra el coronamiento del héroe, que no es otro sino el hijo, la reformación del reino y consigo el reinado de esperanza y buenaventura, todo esto porque el hijo cumple aquello de renovar lo hecho por su padre y actualizarlo en un estadio superior. Esto que parece un gesto, es en sí una gran gesta, y es necesaria para sanar las heridas de hoy y reedificar de nuevo una masculinidad que consigo dará el lugar que debe ocupar la feminidad en el proceso de reconstrucción del mundo. Mientras vivimos en las consecuencias de Mordred, el desorden y el caos del mundo actual solo podrá empezar a ser revertido el día en que todos honremos al Padre. Artículo*: Jean le Berger Más info en frasco@menadelpsicologia.com / Tfno. & WA 607725547 Centro MENADEL (Frasco Martín) Psicología Clínica y Tradicional en Mijas Pueblo #Psicologia #MenadelPsicologia #Clinica #Tradicional #MijasPueblo *No suscribimos necesariamente las opiniones o artículos aquí compartidos. No todo es lo que parece.
En la actualidad estamos asistiendo como una accion maligna ha llevado a la disminución de la energía masculina y a la inversión de la femenina, obra que no puede ser catalogada de otra forma. Desd…
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