Arquitectura del pensamiento - Letra Viva. Una Utopía Hermética

ARQUITECTURA DEL PENSAMIENTO En el devenir de los tiempos hombres y mujeres –alquimistas, magos, teúrgos– de todos los lugares del mundo, nuestros ancestros, unos conocidos, otros no lo fueron, se cuestionaron sobre las mismas premisas en una búsqueda reiterada de la Verdad oculta. Esa búsqueda corresponde a la de una utopía, otro espacio mental relacionado con el mundo de las ideas, el verdadero camino del Conocimiento. Es el reino que conforma el Agartha, en el interior de nuestro corazón, fuera de todo lugar y tiempo. Esa búsqueda ha sido, es y será siempre el viaje a transitar por el hombre que está llamado a conocerse; un itinerario por la conciencia donde se libra la verdadera batalla con uno mismo y que posibilita el despertar y desarrollo del germen de inmortalidad. Un recorrido largo y abrupto, con múltiples obstáculos que nos conduce a un viaje arquetípico, un mundo otro, que se abre a nuestro paso a medida que avanzamos. Un sendero de vuelta al origen virginal, al centro supremo, en un anhelo de ser penetrados por el Misterio, que jamás podrá ser conocido. Potencias que estáis en mí, cantad al uno y al todo; concertaos con mi voluntad potencias todas que estáis en mí: santo conocimiento, iluminado por ti, a tu través, canto a la luz inteligible y me regocijo en la alegría del pensamiento. Potencias todas, cantad conmigo. Y tú también, templanza, canta conmigo. Mi justicia canta a lo justo a través de mí. Mi generosidad canta al todo por mí. Verdad, canta a la verdad. Bien, canta al bien. Vida y luz, de vosotras procede la alabanza y a vosotras regresa. Padre, energía de las potencias; gracias te doy, Dios, potencia de mis energías. Tu palabra te canta a mi través, recibe a mi través el todo en la palabra, como sacrificio verbal. Estas cosas claman las potencias que hay en mí, cantan al todo, cumplen con tu voluntad, tu determinación que viene de ti y a ti vuelve, el todo. Recibe de todas el sacrificio verbal. El todo que ya está en nosotros ¡sálvalo vida!, ¡ilumínalo luz, (aliento vital), Dios! Pues a tu palabra la apacienta el pensamiento; creador que aportas el aliento vital, sólo tú eres Dios (1). Todos los textos sapienciales y sagrados de todas las tradiciones recogen la Palabra; esa posibilidad de naturaleza suprahumana donada al ser humano: el lenguaje, que nos ha sido revelado para conocernos a nosotros mismos y poder nombrar toda la manifestación y todas las entidades invisibles. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe (2). La palabra es la creadora del universo. La fuerza motriz a partir de la cual se ha podido sintetizar y transmitir la verdadera Sabiduría, en una necesidad del hombre por conocer su verdadero origen suprahumano; esa luz del conocimiento que permanece oculta en nuestra caverna, para darnos la posibilidad de Ser, atravesando el laberinto de la psique, sacrificando la individualidad y naciendo así a una conciencia universal. Líbranos, querido Padre, de lo que nos ha separado de Ti, durante tanto tiempo: desconfianza, desesperación e indiferencia. Devuélvenos, Padre querido, lo que nos une a Ti: verdadera fe, firme esperanza, y ardiente amor. Devuélvenoslo, oh luz de las luces y vida de los que viven, porque si estamos separados de Ti y abandonados a nosotros mismos, nos hundiremos, como aquellos que están muertos y sumergidos en la oscuridad exterior. Que nosotros, que hemos vivido para Ti, con devoción, vivamos ahora para Ti, espiritualmente, en la medida que seamos capaces. Que moremos en Tu mismo ser para siempre. Que en Ti brillemos y nos abrasemos, que resplandezcamos y gocemos. Que nos regocijemos sin fin, más allá de la medida de nuestros deseos. Que sin distracción alguna, amemos Tu infinita belleza. Que, sin hartura, gocemos eternamente de Tu infinito bien. Como otros hombres y mujeres lo hicieron, estamos llamados a conocernos, a través de nuestro pensamiento que todo lo liga. El conocimiento no es una posesión de nadie, a pesar que esto nos cueste comprenderlo, en un mundo aferrado a las posesiones. Somos partícipes de ese conocimiento, que nos hace conscientes de nuestra tamaña grandeza, la posibilidad de salir de lo finito a lo infinito. Notas 1 Hermes Trismegisto, Corpus Hermeticum. Oráculo secreto. Fórmula IV. 2 Juan I, 3. 3 Marsilio Ficino, Las Cartas de Marsilio Ficino, “Oratio ad deum theologica”. - Artículo*: Letra Viva. Una Utopía Hermética - Más info en psico@mijasnatural.com / 607725547 MENADEL Psicología Clínica y Transpersonal Tradicional (Pneumatología) en Mijas y Fuengirola, MIJAS NATURAL *No suscribimos necesariamente las opiniones o artículos aquí enlazados
 

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