"P. No tengo claro, más concretamente, cuándo el deseo sexual es compulsivo o impulsivo y cuándo es una expresión espontanea de amor. R. En el verdadero amor no hay amante ni amado. Hay un momento que viene del cuerpo para celebrar ese amor en el plano corporal. Esta unidad en la sensación corporal brota directamente de la unidad del propio amor. El comportamiento entre dos amantes es un arte. Un artista apela a su más alta imaginación. Pero la imaginación debe utilizarse para exaltar el amor y no para compensar su falta. El ritmo biológico y la imaginación son inherentes al amor y sólo el amor puede renovar constantemente la estimulación; de otro modo, hay aburrimiento. Hoy en día, por desgracia, hay una gran confusión en torno a lo que es deseo que fluye del ritmo biológico y deseo que procede de la mente y es repetición mecánica. Hay tanta estimulación mental que la mayoría de las personas han perdido contacto con sus ritmos biológicos y se han quedado embotados o se han vuelto mecánicamente avariciosos. La repetición mecánica entorpece el ritmo natural. En la repetición mecánica solamente hay tomar y usar. Cuando la mente, la memoria, interviene, el cuerpo ya no está abierto en toda su capacidad y entonces la estimulación sensual ya no tiene poder y tú la compensas con imágenes y esfuerzo. Es un círculo vicioso. Debe estar claro en cuanto a la naturaleza de tu deseo. No te dejes influir por una información de segunda mano. Sólo hay amor y, en este amor, algunas veces aparecen el hombre y la mujer. No hay ni hábito ni reflejo automático alguno en esta aparición. La mayoría de las así llamadas respuestas a las personas no son otra cosa que hábitos y reacciones." Jean Klein (¿Quién soy yo?)
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