"P. Parece que, cuando yo vivo de momento a momento, esto inevitablemente trae intimidad en muchas relaciones, sin ninguna comparación ni nada realmente problemático. Sin duda me enamoro con bastante facilidad y siempre he estado convencido de que ésta es sencillamente mi forma de ser. R. Estás viviendo para el momento, pero no en él. Todavía te identificas completamente con las distintas imágenes de la película, todavía vives en el devenir, en experiencias y en aventuras. Lo que tú llamas “enamorarse” es apego a un estado. No hay emoción real en ello, nada nuevo. Es seguridad por la imagen de ti mismo como hombre o como amante. ¿Por qué limitarte a ti mismo a una imagen? Observa que la luz que ilumina la película no está en sí coloreada. En las relaciones de una personalidad con otra, de una imagen con otra, sólo hay conformidad, explotación y exigencias. Hay compulsión y violencia. En la intimidad suprema hay sensibilidad y un gran sentido de la belleza y elegancia. La relación corporal es una manifestación física coronadora de la unidad de un estado espiritual. Pero, para que la relación corporal se eleve a estas alturas, debe surgir como una emanación espontáneamente entre dos amantes que viven en verdadera unidad." Jean Klein (¿Quién soy yo?)
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