Psicología

Centro MENADEL PSICOLOGÍA Clínica y Tradicional

Psicoterapia Clínica cognitivo-conductual (una revisión vital, herramientas para el cambio y ayuda en la toma de consciencia de los mecanismos de nuestro ego) y Tradicional (una aproximación a la Espiritualidad desde una concepción de la psicología que contempla al ser humano en su visión ternaria Tradicional: cuerpo, alma y Espíritu).

“La psicología tradicional y sagrada da por establecido que la vida es un medio hacia un fin más allá de sí misma, no que haya de ser vivida a toda costa. La psicología tradicional no se basa en la observación; es una ciencia de la experiencia subjetiva. Su verdad no es del tipo susceptible de demostración estadística; es una verdad que solo puede ser verificada por el contemplativo experto. En otras palabras, su verdad solo puede ser verificada por aquellos que adoptan el procedimiento prescrito por sus proponedores, y que se llama una ‘Vía’.” (Ananda K Coomaraswamy)

La Psicoterapia es un proceso de superación que, a través de la observación, análisis, control y transformación del pensamiento y modificación de hábitos de conducta te ayudará a vencer:

Depresión / Melancolía
Neurosis - Estrés
Ansiedad / Angustia
Miedos / Fobias
Adicciones / Dependencias (Drogas, Juego, Sexo...)
Obsesiones Problemas Familiares y de Pareja e Hijos
Trastornos de Personalidad...

La Psicología no trata únicamente patologías. ¿Qué sentido tiene mi vida?: el Autoconocimiento, el desarrollo interior es una necesidad de interés creciente en una sociedad de prisas, consumo compulsivo, incertidumbre, soledad y vacío. Conocerte a Ti mismo como clave para encontrar la verdadera felicidad.

Estudio de las estructuras subyacentes de Personalidad
Técnicas de Relajación
Visualización Creativa
Concentración
Cambio de Hábitos
Desbloqueo Emocional
Exploración de la Consciencia

Desde la Psicología Cognitivo-Conductual hasta la Psicología Tradicional, adaptándonos a la naturaleza, necesidades y condiciones de nuestros pacientes desde 1992.

domingo, 23 de octubre de 2016

Descubrir - Letra Viva. Una Utopía Hermética

Letra Viva, debo expresarme con estas Letras, referirme a la Iniciación Hermética. He leído la entrada “Iniciación” en el Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos, de Federico González. En su lectura la Letra Viva se hace evidente, brillante… (…) La iniciación es una realidad concreta que se sigue produciendo hoy día tal cual se ha producido siempre y ella configura un proceso físico, anímico e intelectual-espiritual, es decir, que se da en los tres planos donde se manifiestan el universo y el hombre en particular. Ligándose de este modo la individualidad con los iniciados y sabios de todas las épocas por ser éste un desarrollo hacia lo eterno –o sea hacia lo simultáneo e inmóvil–, que por ello la convierte entonces en contemporánea de los que han transitado por el mismo camino. (…) La invocación muda y perenne en el atanor del adepto, su entrega al Conocimiento, es una virtud indispensable para su realización intelectual-espiritual, o sea para su iniciación. La metanoia es el proceso interno producto de la iniciación equivalente a la transmutación alquímica. (…) La iniciación se relaciona con la muerte (hombre viejo) y una resurrección (hombre nuevo) (…) Y siempre va unida a la idea de viaje que es el que realiza el alma en el Camino del Conocimiento donde va descubriendo y vivenciando aspectos de sí misma, imágenes del auténtico Sí Mismo del que el ser humano está hecho a semejanza. (…) Lo que sí nos interesa ahora es destacar que las ciencias y artes que se han dado en llamar la Tradición Hermética tienen un origen común, que se manifiesta históricamente a lo largo de la vida de Occidente, y que se expresa por intermedio de una serie de disciplinas y trabajos, mitos y símbolos, que constituyen un código coherente, susceptible de ser transpuesto a todos los códigos y sistemas tradicionales, pues en verdad ellos expresan y se proponen lo mismo: revelar un conocimiento oculto, permitiendo de esta manera la conquista del verdadero estado humano, el ser original, que todo hombre ha perdido en la caída, y que lo coloca en una situación infrahumana con respecto a sí mismo, motivo por el que ha de restaurar su verdadero Yo, que se halla oculto en su interior, tan sólo vivo en forma potencial. Y que debe actualizar, por la memoria de sí y el recuerdo del arquetipo original, con fe y amor, gracias a la doctrina tradicional, conocida en este caso con el nombre de Hermetismo. En mi búsqueda, mi momento, mi inspiración, recurro a Hermes; siempre espera para ayudar, a veces temo que se canse, pero está ahí, en mi interior… El divino Poimandrés de Hermes, Libro Sagrado por excelencia, vehículo de Conocimiento inagotable, merece atención concreta y es de lectura indispensable. Poimandrés, Inspiración divina de Hermes, para los alumnos humanos. Transcribo una pequeña enseñanza del capítulo onceavo que lleva por título “Noûs a Hermes”, de la traducción incluida en el Apéndice I del libro Hermetismo y Masonería de Federico González (1): 1. Retén bien mi discurso, Hermes Trismegisto, y guarda en la memoria lo que digo. En cuanto a mí, no dudaré en decir lo que tengo dentro. –Mucho se ha hablado y desde muchos aspectos sobre el Todo y sobre Dios, y las afirmaciones son contradictorias, de tal modo que, en lo que me concierne, no he podido aprender la verdad: por tanto, Señor, ilumíname al respecto. Pues sólo en ti confío, si decides revelarme tu pensamiento. 2. Escucha entonces, hijo mío, lo que es de Dios y del Todo. Dios, la Eternidad, el cosmos, el tiempo, el devenir. Dios hace la Eternidad, la Eternidad hace el cosmos, el cosmos hace el tiempo, el tiempo hace el devenir. La esencia, por decirlo así, de Dios, es el bien, lo bello, el éxtasis, la sabiduría; la de la Eternidad, la identidad; la del cosmos, el buen orden; la del tiempo, el cambio; la del devenir, la vida y la muerte. Dios tiene como energía el intelecto y el alma; la Eternidad la duración y la inmortalidad; el cosmos la recurrencia y la contrarrecurrencia; el tiempo, el crecimiento y el decrecimiento; el devenir la cualidad y la cantidad. Así pues la Eternidad está en Dios, el cosmos está en la Eternidad, el tiempo está en el cosmos, el devenir está en el tiempo. Y mientras que la Eternidad permanece inmóvil rodeando a Dios, el cosmos está en movimiento en la Eternidad, el tiempo se realiza en el cosmos y el devenir transcurre en el tiempo. El referido libro Hermetismo y Masonería nos habla de Hermes con profusión, hecho que nos ofrece una visión amplia de esta entidad y, en este caso, también de su andadura y sus funciones . (…) Esta figura recorre toda la historia de Occidente hasta nuestros días ya que no sólo es el Trimegisto alejandrino, el Hermes griego y el Mercurio romano, entidades tan móviles e inquietas como sus múltiples atributos, que abren caminos y resuelven encrucijadas, sino asimismo el Thot egipcio, deidad escritora que aparece aquí y allí como héroe cultural. De hecho esta figura es universal y puede asimilarse con el Odín y el Wotan Nórdicos, con los Henoch, Elías y Eliseo bíblicos, con el Zoroastro iranio, y con el Quetzalcoátl tolteca y sus análogos en toda América. (…) Hermes, Pastor del rebaño celeste, Dios verdaderamente Universal, es al mismo tiempo la deidad más antigua de todos los panteones –siendo antediluviano– y por lo tanto un Numen que bien pudiera ser calificado de arquetípico, o mejor de Arquetipo de la deidad en el plano intermediario, o identificado a la Enseñanza, como forma de comunicación, por mediación del Conocimiento, con los planos más altos de la Cosmogonía y la Ontología, y por lo mismo con los auténticos soportes de la Metafísica (2). Y la Letra Viva, reconoce las Palabras ya escritas que conducen por el camino de la Iniciación Hermética. ¡Es la Tabla Esmeralda! ¡Cuánta Magia! En la Revista SYMBOLOS se publicó “Explicación de la Tabla de Esmeralda por Hortelano (Hortelanus)” (3); Francisco Ariza, en la nota preliminar, entre otras cosas, nos dice: (…) Sin duda, el contenido de este texto será de un extraordinario valor para quien se interese especialmente en los temas de la tradición hermético-alquímica, entre otras razones porque en la Tabla de Esmeralda se encierra lo esencial de la inmemorial ciencia de los Filósofos herméticos. A este respecto, es significativo que el nombre de Esmeralda recuerde la piedra de origen celeste con que fue tallada la copa del Grial, el cual es uno de los signos que designan el propio Conocimiento o Gnosis, al que también se refiere la “Piedra Filosofal” de los maestros alquimistas. Se incluye a continuación el texto completo de la Tabla de Esmeralda, así como tres capítulos en los que Hortulano comenta algunas de las ideas-fuerza contenidas en sus frases, y las notas que escribe Francisco Ariza (4, 5, 6, 7, 8 en nuestro artículo). Este hilado de palabras tiene mucha relación con la iniciación y son un ejemplo de cómo estas enseñanzas se actualizan constantemente en el corazón de los adeptos de la Tradición Hermética de todos los tiempos. LA TABLA DE ESMERALDA DE HERMES TRISMEGISTO, PADRE DE LOS FILOSOFOS En verdad, sin mentira y ciertamente: Lo de abajo es como lo de arriba, y lo de arriba es como lo de abajo, para obrar los milagros de una sola cosa. Así como todas las cosas han sido hechas, así proceden de uno, por la meditación de uno, también todas las cosas nacen de esta cosa única por adaptación. Su padre es el Sol, y su madre la Luna, el Viento lo llevó en su vientre, y su nodriza es la Tierra. El padre de todo, el telesma del mundo, está aquí. Su fuerza o potencia es entera cuando se convierte y cambia en tierra. Separa la Tierra del Fuego, lo sutil de lo espeso, dulcemente y con gran cuidado. Sube de la Tierra al Cielo, y de nuevo desciende a la Tierra, para recibir la fuerza de las cosas superiores e inferiores. Por este medio tu poseerás la gloria de todo el mundo, y la oscuridad se alejará de ti. Esta es la fuerza fuerte de toda fuerza, pues ella vencerá todo lo sutil, y penetrará todo lo sólido. De esta manera ha sido creado el mundo. Por ello, y de este modo, se obrarán aplicaciones prodigiosas, de las cuales el medio está aquí. Por eso yo he sido llamado Hermes Trismegisto, pues poseo las tres partes de la Filosofía de todo el mundo. Terminado y acabado está lo que he dicho de la obra del Sol. Entonces Hortulano comenta: Capítulo I. “El Arte de la Alquimia es verdadero y cierto” EL FILOSOFO dice: En verdad, a saber que el Arte de Alquimia ha sido dado Sin mentira (4); y dice esto para convencer a los que afirman que la Ciencia es mentirosa, es decir, falsa. Ciertamente, esto es, experimentado, porque todo lo que se experimenta es cierto (5). Es verdadero, porque el muy verdadero Sol es procreado por el Arte. El dice muy verdadero al superlativo, porque el Sol engendrado por este Arte supera a cualquier Sol natural en todas sus propiedades, tanto medicinales como otras. Capítulo II. “La Piedra debe dividirse en dos partes” A continuación él aborda la operación de la Piedra diciendo: Lo de abajo es como lo de arriba. Dice esto porque la Piedra está dividida en dos partes principales por el Magisterio; a saber, en la parte superior que sube hacia lo alto y en la parte inferior que permanece abajo, fija, clara. Y siempre estas dos partes se armonizan virtuosamente. Es por lo que dice, Y lo de arriba es como lo de abajo (6). Ciertamente esta división es necesaria. Para obrar los milagros de una sola cosa. Es decir, de la Piedra, porque la parte inferior es la Tierra, que es la nodriza, el fermento, y la parte superior es el Cielo, el cual vivifica toda la Piedra, la resucita (7). Es por lo que estando realizadas la separación y la conjunción (8), muchos milagros se producen en la obra secreta de la naturaleza. Capítulo XIII. “Por qué la Piedra es llamada perfecta” Esta Piedra es llamada perfecta porque ella posee en sí la naturaleza de las cosas minerales, vegetales y animales. Por eso es llamada triple, o dicho de otra manera tri-una; es decir triple y única, teniendo cuatro naturalezas, es decir los cuatro Elementos y tres colores, el negro, el blanco y el rojo. También es llamada el grano de trigo, el cual si no muere permanecerá solo, y si muere (como anteriormente se ha dicho, cuando se conjuga en la conjunción) produce mucho fruto, a saber, cuando las operaciones de las que hemos hablado son acabadas. ¡Oh Amigo Lector! si tú conoces la operación de la Piedra, yo te he dicho la verdad; y si tú no la conoces, yo no te he dicho nada. Terminado y acabado está lo que he dicho de la obra del Sol. Es decir, lo que se ha dicho de la operación de la Piedra de tres colores y cuatro naturalezas, que están en una cosa única, a saber en el Mercurio filosofal, está acabada y terminada. Ya están las letras en su lugar, el Diccionario, Hermes, Hortulano, los pies de página. ¡Un gran viaje, para descubrir! Notas 1 Federico González, Hermetismo y Masonería. Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2016. 2 En nota sigue apuntando Federico: Si hay una tradición Primordial, es decir: Arquetípica, y todas las formas en que se manifiesta son sólo maneras distintas debido a condiciones de tiempo, espacio y mentalidad, también hay dioses arquetípicos y unánimes en todos los panteones, y se revelan también de diversas maneras. De hecho, Hermes, señor del plano intermediario y conductor sutil de las estructuras del pensamiento, es universal, y por lo tanto cósmico y capaz de llevarnos por los caminos del Conocimiento hasta los grados más altos, e igualmente de los modos más inesperados. 3 Revista SYMBOLOS nº 4, “Explicación de la Tabla de Esmeralda por Hortulano” con notas de Francisco Ariza, Guatemala, 1992. 4 Anota Francisco Ariza: La traducción que utiliza Hortelano es la versión latina, que en algunos párrafos es algo distinta –aunque sin variar el sentido– a la versión árabe, que es la utilizada normalmente en todas las traducciones de la Tabla Esmeraldina, y en las que se comienza así: ”En verdad, ciertamente y sin duda…”. La inclusión del término ‘sin mentira’ reafirma aún más si cabe lo verdadero y auténtico del Arte alquímico o Gran Obra, la certeza de su origen revelado y supra-humano, pues en realidad se trata de una ciencia sagrada, y hasta podríamos decir que, junto con la Astrología, constituye la ciencia sagrada por excelencia ya que de ambas derivan todas las demás. 5 Ibíd.: Todo el comentario de este primer capítulo se centra en lo sumamente importante que es para el alquimista experimentar en sí mismo las operaciones de la Gran Obra (que son las propias de todo proceso auténtico de ascesis y realización espiritual), pues no basta con que dichas operaciones se entiendan sólo a nivel teórico y mental, sino que han de hacerse efectivas en la práctica: han de ser vividas. La obra alquímica no es ajena al discurso de la existencia humana, sino muy por el contrario constituye un paradigma, al mismo tiempo que un permanente recordatorio de lo que esa existencia es en lo esencial de sí misma. 6 Ibíd.: Esta fórmula hermética, que “Lo de abajo es como lo de arriba, y lo de arriba como lo de abajo…”, ofrece la clave y la regla a seguir en todas las operaciones alquímicas, basadas en la certeza de que el cosmos constituye un todo ordenado y jerarquizado en distintos planos y niveles, los cuales se relacionan y vinculan entre sí gracias a las leyes de las analogías y las correspondencias simbólicas. Esto hace posible que “lo de abajo” (la Tierra o el hombre) se comunique y conozca “lo de arriba” (el Cielo), para lo que es necesario que en uno exista algo del otro, es decir, que vibren en una misma frecuencia de onda. Aquí aparece también otra máxima alquímica de suma importancia para el proceso de transmutación: “lo semejante atrae a lo semejante”. O dicho de otra manera, ¿cómo podría alcanzarse el Conocimiento (la Piedra Filosofal) e identificarse con él, si éste no fuera inmanente a la propia realidad del mundo y de la vida? En este sentido, en casi todos los comentarios de Hortelano, la Tierra, el mundo de la naturaleza y el propio cuerpo humano, se consideran como los recipientes que recogen las emanaciones de los efluvios celestes, reflejando así las leyes del orden y la armonía universal. Como explica Julius Evola en La Tradición Hermética. En sus símbolos, en su doctrina, en su Arte Regia, en el cuerpo humano: “se hallan los Tres, los Cuatro, los Siete y los Doce; Azufre Mercurio y Sal; Tierra, Agua, Aire y Fuego; los Planetas y el Zodiaco… Arte hermético es iluminar de nuevo el sentido de las analogías, restableciendo la realidad de los contactos”. 7 Ibíd.: Alusión sin duda al “rocío celeste” vivificador, el cual simboliza el descenso de las energías (las ideas y arquetipos) espirituales en el seno de la individualidad humana, a la que transmutan revelándole su identidad con lo universal. En la iconografía alquímica es frecuente representar el cuerpo inerte del alquimista yaciendo en una tumba –imagen del athanor– o en el suelo (simbolizando la muerte iniciática), el cual cobra vida –resucita– gracias a las gotas de lluvia que sobre él descienden. 8 Ibíd. Sintetizando el proceso alquímico, señala finalmente: La separación y la conjunción no son otra cosa que la ‘disolución’ y la ‘coagulación’ –solve et coagula–, que se corresponden con las dos etapas o fases que determinan todo el proceso de transmutación. A una disolución corresponde la muerte en un plano (a una concepción del mundo y de nosotros mismos), y una coagulación: el nacimiento a otro. - Artículo*: Letra Viva. Una Utopía Hermética - Más info en psico@mijasnatural.com / 607725547 MENADEL Psicología Clínica y Transpersonal Tradicional (Pneumatología) en Mijas y Fuengirola, MIJAS NATURAL *No suscribimos necesariamente las opiniones o artículos aquí enlazados
 

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