El recuerdo de Jesucristo y la atención amorosa a Él son el fundamento de la vida espiritual. Llamamos atención amorosa a la atención sostenida por la Gracia, es decir, a la atención sostenida por el amor del Espíritu Santo. El problema es que no podemos recordar a Jesucristo y permanecer con la atención centrada en Él porque el amor a Él todavía no se ha despertado en nosotros. ¿Cómo podríamos vivir recordando lo que no amamos? Sin embargo, si el amor a Él se hubiese despertado en nuestro corazón el recuerdo de Jesucristo vendría por si mismo, sin necesidad de esforzarnos por ello. ¿Quién no piensa continuamente en aquél a quien ama? En consecuencia, al no amar a Jesús, no pensamos en Él; y al no recordarle, no podemos centrar la atención en Él y, los breves momentos en que lo recordamos y centramos nuestra atención a Él, nuestra atención es frágil por no estar sostenida por el amor del Espíritu Santo y enseguida vienen otros pensamientos que se llevan cautiva nuestra atención. En consecuencia, no podemos vivir pendientes de hacer su voluntad y con frecuencia nos distraemos en hábitos que son contrarios a nuestro propósito de acercarnos a Él. Es preciso pues despertar ese amor a Él que nos permita vivir con la atención centrada en Él. Es entonces cuando comenzará la verdadera vida Espiritual en nosotros y comenzaremos a poder vivir en medio de ese dialogo permanente que Jesús tenía con El Padre Celestial; Viviendo en oración, con la atención siempre centrada en Él, amándole sobre todas la cosas, siempre pendiente de agradarle y hacer su voluntad. ¿Por donde podemos empezar si este amor espiritual aún no se ha encendido en nuestro corazón? Lo mas fundamental y necesario es ser fieles a los tiempos de oración en intimidad a solas con Jesucristo. Además, en este punto en que todavía el fuego del Espíritu Santo aun no es perceptible, la lectura de libros de oración y de la Biblia es una gran ayuda, pues ello nos permitirá vivir con el pensamiento puesto en los temas que nos ocupan y será una gran ayuda para mantener firme el propósito de acercarnos a Jesús y para no distraernos y perdernos en los asuntos del mundo. Es preciso que desarrollemos una especie de “obsesión” por Jesucristo y la lectura nos ayudará a ello. Mas adelante, cuando el fuego del Espíritu Santo ya se haya avivado en nuestro corazón, deberemos limitar mas nuestras lecturas y solo cuidar de mantener y avivar ese fuego mediante la oración y los actos que discirnamos que son la voluntad de Dios en ese vinculo atencional a Jesucristo. Lo esencial será solo tener cuidado de mantener esa atención amorosa a Jesucristo a lo largo del día. Una vez se haya encendido ese fuego espiritual en nuestro corazón el recuerdo de Jesucristo vendrá de manera natural y la gracia atrapará nuestra atención en Jesucristo en el amor del Espíritu Santo. Esa atención amorosa a Jesucristo nos permitirá vivir en vigilancia, haciendo su voluntad. Por ese vinculo atencional descenderán bendiciones para nosotros y esa atención amorosa a Jesucristo hará crecer el amor a Jesús y al prójimo en nosotros. Este es el comienzo de la verdadera vida Espiritual. Relacionado: Caminar ante El Señor Artículo*: Alejandro191111 Más info en frasco@menadelpsicologia.com / Tfno. & WA 607725547 Centro MENADEL (Frasco Martín) Psicología Clínica y Tradicional en Mijas Pueblo #Psicologia #MenadelPsicologia #Clinica #Tradicional #MijasPueblo *No suscribimos necesariamente las opiniones o artículos aquí compartidos. No todo es lo que parece.
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