Psicología

Centro MENADEL PSICOLOGÍA Clínica y Tradicional

Psicoterapia Clínica cognitivo-conductual (una revisión vital, herramientas para el cambio y ayuda en la toma de consciencia de los mecanismos de nuestro ego) y Tradicional (una aproximación a la Espiritualidad desde una concepción de la psicología que contempla al ser humano en su visión ternaria Tradicional: cuerpo, alma y Espíritu).

“La psicología tradicional y sagrada da por establecido que la vida es un medio hacia un fin más allá de sí misma, no que haya de ser vivida a toda costa. La psicología tradicional no se basa en la observación; es una ciencia de la experiencia subjetiva. Su verdad no es del tipo susceptible de demostración estadística; es una verdad que solo puede ser verificada por el contemplativo experto. En otras palabras, su verdad solo puede ser verificada por aquellos que adoptan el procedimiento prescrito por sus proponedores, y que se llama una ‘Vía’.” (Ananda K Coomaraswamy)

La Psicoterapia es un proceso de superación que, a través de la observación, análisis, control y transformación del pensamiento y modificación de hábitos de conducta te ayudará a vencer:

Depresión / Melancolía
Neurosis - Estrés
Ansiedad / Angustia
Miedos / Fobias
Adicciones / Dependencias (Drogas, Juego, Sexo...)
Obsesiones Problemas Familiares y de Pareja e Hijos
Trastornos de Personalidad...

La Psicología no trata únicamente patologías. ¿Qué sentido tiene mi vida?: el Autoconocimiento, el desarrollo interior es una necesidad de interés creciente en una sociedad de prisas, consumo compulsivo, incertidumbre, soledad y vacío. Conocerte a Ti mismo como clave para encontrar la verdadera felicidad.

Estudio de las estructuras subyacentes de Personalidad
Técnicas de Relajación
Visualización Creativa
Concentración
Cambio de Hábitos
Desbloqueo Emocional
Exploración de la Consciencia

Desde la Psicología Cognitivo-Conductual hasta la Psicología Tradicional, adaptándonos a la naturaleza, necesidades y condiciones de nuestros pacientes desde 1992.

viernes, 24 de febrero de 2023

La sociedad debe de recuperar la democracia

Esta pandemia nos ha llevado a un despropósito absoluto y a una distopía social, al basarse en que se combatió de una manera que no era científica ni sanitaria, y para controlarla, el denominador común de las medidas adoptadas por parte de los gobiernos y políticos fue restringir derechos y libertades e intervenir en nuestras vidas, dejándonos muy claro que se ha utilizado para usurpar la democracia del pueblo. En este proceder pandémico, todos los partidos políticos con representación parlamentaria (luego algunos de ellos nos hacen el discurso que con ciertos partidos no van a coincidir en medida alguna) han estado en total unión, alrededor de un discurso totalmente antidemocrático, usurpando una soberanía que solo reside en la gente, es decir, en el propio pueblo. En este despropósito pandémico, todos los partidos han estado de acuerdo, al unísono, con las declaraciones de los estados de alarma, aunque las razones, en ningún momento estuvieron motivadas en estudios científicos y sí en un mercadeo del voto. Tenemos, entre otros muchos, el ejemplo claro del Sr. Otegi cuando nos enseñó un escrito firmado por ambas partes, donde se derogaba la reforma laboral, para, luego, hacer un mero maquillaje de la misma, en la que principalmente los temporales pasaron a ser fijos discontinuos y, con ello, maquillar el paro como lo estamos viendo. Pero llega un momento en que esos fijos discontinuos dejan de serlo, con el consiguiente crecimiento de la tasa de paro. ¿Ha hecho valer el Sr. Otegi ese papel firmado para no volver a darle el voto al Sr. Sánchez, por incumplimiento de lo firmado? Todos sabemos la respuesta. ¿La razón? Aunque la caverna mediática y la derecha conservadora y ultra extiendan a diestro y siniestro que es por el acercamiento de los presos, mi impresión es que ni tan siquiera eso es así, y si fuese, estaría EHBildu cambiando cromos, al estilo jeltzale, cuando el acercamiento de presos se debe hacer ”per se”, por el cumplimiento de la ley, por lo que, en ningún momento, debería ser moneda de cambio alguna. Para ello, ya nos tiene acostumbrados el PNV cuando trae el tren de cercanías todos los años o celebran con gran orgullo el que tengamos selecciones vascas de Surf y Pelota, a cambio de dar su voto en Madrid. Pero este apoyo a los estados de alarma es un salto cualitativo en la izquierda estatal y, principalmente, en la independentista, ya que esos estados de alarma estaban unidos a la restricción de derechos y libertades, utilizando los cuerpos de seguridad y, en particular, la Ertzaintza, la ley “Mordaza” con toda su crudeza, en lo que a confinamientos, movilidad, mascarillas, etc. se refiere. Ley “Mordaza” que, precisamente, tiene una significación antidemocrática en nuestro pueblo (solo hay que acordarse de Altsasu), y en este contexto, la izquierda independentista en ningún momento ha salido al paso para recriminar a la Ertzaintza su actuación y, en definitiva, al Gobierno Vasco. ¿Cuál es la razón para que no haya sido una exigencia de EHBildu para otorgar su apoyo al gobierno estatal, cuando, además, en la candidatura iba una de las amas de una de las personas encarceladas en Altsasu? Nos podrán decir que han conseguido muchas más cosas a nivel socioeconómico, y yo les contesto que son fuegos de artificio, como la bajada del IVA en los alimentos, que no ha servido en absoluto, al coincidir con la anulación de la ayuda en los carburantes. El resultado final es que la inflación debida a la alimentación sigue subiendo, aunque se enmascare la inflación real, no teniendo en cuenta la subyacente. Esto se debe a que todos los alimentos están sujetos al transporte y a que una gran cantidad de ellos están empaquetados en plástico (relación directa con el petróleo), recriminando a la sociedad, curiosamente, que hay que reducir el plástico, cuando, lo solucionan dándote dan una bolsa de plástico en los supermercados, eso sí, cobrándola. Pero claro, la solución del problema medioambiental tiene que soportarlo, principalmente, el ciudadano y, mientras, ellos están para tomar medidas intervencionistas que no tienen sentido alguno, como son (y hay muchas que se podían exponer) el acabar con el coche de gasolina y gasoil, cuando el eléctrico ha sido un rotundo fracaso por diversas circunstancias, el poner una pegatina a los coches como si la pegatina fuese la solución cuando los coches ya tienen además del impuesto de circulación, el añadido de la ITV, que se supone que es precisamente, para que el coche, entre otras cosas, esté en condiciones de cumplir con las emisiones que produce, y aunque esta pegatina de los años del coche, en principio, sea gratis, veremos al final dónde acaba. Igualmente, todo lo dispuesto se basa en intervenir en la vida de las personas con la excusa del bien común, cuando ese bien común solo responde a sus intereses, como puede ser el que se tenga que esterilizar a los animales domésticos, no dejando libertad como hasta ahora para que los esterilice quien lo crea oportuno. Cuando lo que se debe regular, con rigor, son las sanciones que se deberían establecer a aquellos que maltratasen y abandonasen a los animales, empezando por los propios toros, ¿se incluyen a los toros como maltratados en esa ley? También podríamos hablar de la ley del “sí es sí”, donde estando de acuerdo en la esencia del consentimiento, se debe reconocer que se ha llevado de forma errónea, porque, aunque sepamos de que pie ideológico cojea la judicatura, la realidad, es que si se bajan las penas, es porque la ley se lo permite, y, no solo porque, en este estado español, al no haberse realizado una transición democrática todos los poderes fácticos sabemos lo que son al ser herederos del franquismo. Igualmente podríamos hablar de la ley “trans”, que creo que tiene bastantes sombras que traerán problemas a futuro. Ya ni siquiera pueden ofrecer algunos logros, donde la derecha se ha puesto a un mismo lado, aunque la reacción de la izquierda haya sido algo deplorable, ya que han criticado a los conservadores por su viraje, cuando lo que a ellos les debe preocupar es que se apruebe la ley y con cuantos más votos, mejor. Pero la verdad es que la política al uso ya no va de defender ideas, va más bien de defender un funcionarizado de “alto standing”, como lo demuestra esa reacción con total “hooliganismo” al ver que quizás, y ante las confrontaciones electorales que vienen, no van a rascar tantos votos como creían. Otro asunto es la imposición fiscal, obsesiva con recaudar, siendo los que más tienen, los que más tienen que pagar (cosa que estoy de acuerdo), pero esta obsesión no les hace ver que precisamente que son los empresarios los que tienen a su disposición la “ingeniería financiera” para pagar menos. ¿No sería mejor establecer una imposición fiscal que redistribuyese el gasto, no contemplando, por lo menos por parte de los partidos progresistas, la aportación a la monarquía, la aportación a la OTAN para la guerra Rusia-Ucrania y otras redistribuciones de gasto que se deberían realizar en otras áreas? ¿No sería mejor establecer a los empresarios un sistema impositivo en el que pagase más de su patrimonio quien no crease trabajo digno y menos quien lo crease, de forma que un empresario que hiciese riqueza propia también la hiciese con la sociedad mediante la creación de empleo digno? ¿No estaríamos solucionando tres problemas a la vez: primero, el que los jóvenes tendrían más posibilidades de independizarse, segundo, el que cuanta más gente trabajase mayor recaudación se generaría, y, tercero el que se podría bajar el subvencionismo? Da la impresión que lo importante es ingresar más que controlar el gasto, no por no gastar, sino como gastar. Y ello me lleva a pensar que, por una parte, se quiere mantener los niveles de confort de ser funcionariado de “alto standing”, y por otra, se quiere aumentar el subvencionismo, ya que ello, al final, no deja de ser voto cautivo, como hemos visto recientemente con el Gobierno Vasco con la ayuda de 300 euros a jóvenes para que se independicen, cuando por mucha ayuda que se les dé, si no tienen trabajo, no se podrán independizar. El poner todos los “huevos” en la cesta del subvencionismo es la muerte de un pueblo. El progresismo estuvo en contra de la guerra de Irak que nos trajeron los conservadores, mintiéndonos (ahora tenemos la guerra en Ucrania) igualmente, no diciendo la verdad los medios de comunicación. ¿Cuál es la razón para no salir ahora en defensa de ese NO a la guerra como se hizo con Irak?, ¿no se vuelve a hacer etiquetismo y hooliganismo porque los que gobiernan son los nuestros?, ¿dónde ha quedado el NO a la OTAN de Euskal Herria? En otras leyes aprobadas siempre subyace, al igual que ha ocurrido en la pandemia, un intervencionismo en la vida de las personas, donde se plantean las cosas a nivel de solución ciudadana, eso sí, con restricciones de derechos y libertades, como va camino de ser el establecimiento de la Agenda 2030, donde poco a poco nos irán restringiendo la movilidad, como ya se ve con lo de las ciudades de 15 minutos, y luego será limitar el contacto con la naturaleza por los peligros de incendios y brotes de supuestas epidemias víricas, etc. Eso sí, la solución siempre se basa en restringir derechos a los ciudadanos y no en reducir su estatus de políticos o, todavía más, en no favorecer cambios en los sistemas productivos, que serían la única forma de realizar verdaderas transformaciones. Lo peor de todo es que el progresismo ha comprado este libreto de la Agenda 2030 como algo propio de su sentir ideológico, y no se están dando cuenta que van a ser los tontos útiles del globalismo neoliberal para, de esa manera, controlar a la población y establecer todas las medidas de corte restrictivo, con el mismo latiguillo pandémico del bien común, basándose en medidas que vienen de ese poder neoliberal pero que les subyuga a los progresistas. Y les subyuga porque eso del bien común está en su ADN, pero su problema en este momento es que su ADN tiene ciertas mutaciones porque están sirviendo de soldados para llevarlo a cabo; porque lo que están, es destruyendo ese bien común y, mientras, los generales (los poderes globalistas neoliberales) frotándose las manos, ya que el trabajo sucio ya nos lo hacen estos progresistas de nuevo cuño, al igual que se ha hecho controlando a la población durante la pandemia, cuando estamos viendo descontento en todos los sectores y ámbitos de la vida, derivados de estos años de pandemia, al irse diseñando esas restricciones en los derechos como, por ejemplo, la privatización de la sanidad pública. ¿No ha sido la izquierda, con su actuación, copartícipe de esta estrategia del globalismo neoliberal? Si hablamos del tema territorial e identitario, el PNV hace tiempo que renunció a ello, aunque lo saque de la chistera en época electoral para mantener un cierto voto independentista, pero EHBildu, plegada a ERC, se ha cargado el independentismo, al igual que sus compañeros de viaje lo han hecho en Catalunya. No hay nada más que ver lo que está pasando con los supuestos delitos del “proces” y cómo les van a aplicar las penas más duras o la vuelta a la cárcel decretada por la Audiencia Nacional a presos que ya habían salido con el tercer grado. En esta partida de ajedrez, creo que tanto ERC como EHBildu han perdido y el Sr. Sánchez les ha ganado. ¿Cuál es la razón para haber actuado así? Algún día igual nos lo desvelarán. No quiero dejar la ocasión para decir que tanto PNV como EHBildu han hecho dejación de esa soberanía y cogobernanza, al aprobarse en el Congreso la ley sobre la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública como órgano superior a las de los territorios, cuando la Salud Pública está transferida. ¿Tienen algo que decirnos PNV y EHBildu sobre esta ley?. También recordar que durante la pandemia tuvieron una ocasión única para ejercer la soberanía haciendo políticas sanitarias y de salud totalmente diferentes a las llevadas a cabo en el estado español. Si la actuación del progresismo y, en particular, la de los partidos de izquierdas estatales e independentistas, han tomado esta postura por convencimiento propio, están renunciando, por mucho que lo vistan, a su esencia ideológica. Si lo han hecho por lo que continuamente nos dicen de que si no se apoya a este gobierno vendrán la derecha y la ultraderecha, yo, como progresista y defensor de Euskal Herria, no apoyaré nunca el hacer política condicionada por si vienen los otros, como por ejemplo avalar la guerra de Rusia-Ucrania. ¿Qué postura se hubiese tomado con esta guerra si quien gobernase fuesen los conservadores? Seguro que sabemos la respuesta. Precisamente, esa postura conlleva acabar renunciando a nuestra esencia y a realizar una política cada vez menos diferente que la de aquellos que no queremos que vengan, que, por cierto, incluso con esa renuncia a elementos ideológicos esenciales, acabará viniendo, al dejarles el campo libre al albur de su demagogia con total tinte de hipocresía. Todos sabemos que los conservadores y la ultraderecha rancia son herederos de la transición pseudodemocrática franquista, pero aquí también habría que incluir a los socialistas, así como sabemos cómo serán sus políticas; pero lo que no se puede hacer es renunciar al terreno de las ideas por poner por delante el que no lleguen a gobernar, haciendo políticas de total intervención en las personas, de restricción de derechos y libertades, más propio precisamente de quien no queremos que lleguen a gobernar y que además, por desgracia, no asegura el que no lo vayan a hacer. Es, por lo tanto, el momento de plantearse, por parte del pueblo, esa recuperación de la democracia mediante plataformas ciudadanas que se autogestionen para resolver sus propios problemas, sin intervención alguna en la vida de los demás por parte de las esferas de poder, recuperando un elemento esencial en la democracia como es dar voz al pueblo, como uno de los mayores ejercicios democráticos que se puede hacer; de manera que cada vez se autogestione más, como podría ser, entre otros y a modo de ejemplo, el que con un 5% del censo electoral se pueda, con una iniciativa popular, poder convocar cualquier votación democrática con el resultado vinculante para el ejecutivo de turno. ¿Están dispuestos tanto instituciones, gobiernos como partidos políticos en reconocer este ejercicio democrático que no deja de ser expresión de un pueblo? Ha llegado el momento de recuperar la democracia directa. Artículo*: Jon Ander Etxebarria Más info en frasco@menadelpsicologia.com / Tfno. & WA 607725547 Centro MENADEL (Frasco Martín) Psicología Clínica y Tradicional en Mijas Pueblo #Psicologia #MenadelPsicologia #Clinica #Tradicional #MijasPueblo *No suscribimos necesariamente las opiniones o artículos aquí compartidos. No todo es lo que parece.
En este despropósito pandémico, todos los partidos han estado de acuerdo, al unísono, con las declaraciones de los estados de alarma, aunque las razones, en ningún momento estuvieron motivadas en e…

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