PRSENTACIÓN NUEVO LIBRO Estimados lectores de este blog, antes de nada gracias por leerlo y por los comentarios y sugerencias que me mandáis. Quiero comunicaros que acaba de salir publicado mi nuevo libro Espiritualidad y autoayuda; herramientas para el crecimiento interior. A continuación incluyo el índice y algunos fragmentos por si os sirve para haceros una idea del contenido. Los que queráis comprarlo también podéis hacerlo directamente en este mismo blog pinchando la pestaña de arriba que pone “Libros”. Allí también están mis otros libros y en breve añadiré otras obras desde mi punto de vista recomendables de la misma editorial. También está disponible tanto en Amazon o en las principales librerías como La Casa del Libro. En breve también comenzaré a impartir cursos por zoom, algunos que ya he impartido de modo presencial y otros nuevos. Los iré anunciando sucesivamente y podréis consultarlos en la pestaña de “Cursos” vecina a la anterior. Gracias y un saludo. EXTRACTOS DEL LIBRO ESPIRITUALIDAD Y AUTOAYUDA ÍNDICE –Introducción PRIMERA PARTE -Religión y religiosidad -Qué es un trabajo espiritual y qué es la búsqueda del bienestar -¿Qué quiero? -Ego y Ser: el despertar SEGUNDA PARTE -Prácticas espirituales .La plegaria .La meditación .El perdón y el juicio a los demás TERCERA PARTE .El crecimiento interior: la sabiduría en acción -Ama mucho -Necesita poco -Cambia la excitación por el fluir -No confundir el dolor con el sufrimiento -No compitas y elige tus batallas -¿El sábado o el hombre? -Cuida tus relaciones -Distingue el Ser del personaje -Vive en el presente -Recuerda tu subjetividad -Elección, libertad y…dinero -La acción desinteresada y libre de objetivos -Realidad vs fantasía .La práctica de la virtud y el bien -Abandono-Acción-Alegría-Belleza-Bondad-Compasión-Comprensión-Consciencia-Coraje-Desapego-Discernimiento-Esperanza-Fe-Generosida-Gratitud-Honradez-Humildad-Libertad-Nobleza-Paciencia-Respeto-Responsabilidad-Sencillez-Servicio-Silencio-Sinceridad-Sobriedad-Soledad-Ternura-Tolerancia-Trabajo-Unidad. -Algo para recordar INTRODUCCIÓN Más o menos sobre la década de los años sesenta del siglo pasado, algunos psicólogos pensaron que para comprender mejor la naturaleza, la conducta y, en definitiva, la psique humana, tal vez tendrían que incorporar como un elemento más respecto al estudio de la persona su posible dimensión trascendente. Al fin y al cabo, las religiones daban por hecho que esa dimensión espiritual existía, por lo que sus prácticas y doctrinas marcaban siempre una dirección que, en apariencia, resultaba positiva para el ser humano. A la vez postulaban que el ejercicio de una serie de conductas éticas también procuraban una vida más estable y mejor. Sus prácticas comprendían algunas psicofísicas como el yoga, otras solicitaban la asistencia a ritos, y otras aconsejaban la práctica intimista de la plegaria o de la silente meditación y, mayoritariamente, incidían en el fundamental ejercicio de la virtud como forma de vida. En el pasado, todo ello había demostrado el alcance de su eficacia y los testimonios de sus beneficios eran innumerables. Además, los psicólogos se enfrentaban diariamente en sus consultas al desafío de comprender la razón del sufrimiento humano y todo aquello que pudiera significar una aportación sería bienvenido. (…) ¿Y si la causa del sufrimiento de algunas personas se debía a que no podían o no sabían dar curso a esa posible dimensión trascendente? Esta pregunta empezó a formularse porque por sus consultas pasaban personas sin problemas económicos, con buena salud, con entornos familiares, sociales y laborales sin graves conflictos y, sin embargo, sus pacientes sentían una angustia existencial y/o tristeza vital no fácilmente explicables con los manuales al uso. (…) PRIMERA PARTE RELIGIÓN Y RELIGIOSIDAD “En toda alma se encuentra el sentido espiritual y la imagen de Dios”. ORÍGENES La pérdida de este pensamiento religioso o mítico es el origen de muchos de los desequilibrios y problemas que aquejan al ser humano. El modelo de pensamiento racional y científico como soporte casi exclusivo de la lectura e interpretación del hombre y la existencia es algo muy reciente en la historia de la humanidad. En concreto desde la Ilustración y el posterior desarrollo industrial y científico de finales del siglo XVIII, y su continuación en el XIX y XX. Es decir, un muy corto espacio de tiempo respecto a nuestra crónica como civilización. Dicho modelo de pensamiento racionalista llegó a la conclusión de que la ciencia era capaz de explicar y dar respuesta a las grandes preguntas existenciales y esta, más o menos, es la posición aceptada en la actualidad por el establishment de la cultura imperante. El resultado es el de una única respuesta reduccionista y simplificadora: el hombre es exclusivamente materia, parte de la materia y va a la materia. En cuanto a los acontecimientos de la vida, muchos de estos, especialmente los más relevantes, se producen debido a una sucesión de hechos y leyes naturales o como resultado del azar, entendido este bien como caos aleatorio o bien como el efecto de leyes desconocidas e impredecibles. Así de sencillo; no hay más. (…) EL SENTIMIENTO DE RELIGIOSIDAD La religiosidad es intrínseca al ser humano, y cuando esta se manifiesta en el corazón y la conciencia, una persona se percibe como perteneciente a la eternidad, su expresión es la de nobleza y su fruto es la acción basada en valores éticos y morales que se practican de modo natural. El descubrimiento de la propia religiosidad parte del sentimiento profundo de sentirse potencialmente eterno y perteneciente a una Totalidad. Esta sensación interior, individual y emanante de lo más profundo del ser, cuando se toma conciencia de ella, empieza a percibirse respecto a uno mismo como nobleza y dignidad. En realidad es la percepción de lo sacro. Es la percepción de sentirse conectado a algo superior de lo que se forma parte. La auto percepción de nobleza, dignidad y sacralidad provoca que la mirada al mundo participe de ello, por lo que paulatinamente se empieza a percibir la vida y a los vivientes- sobre todo al “otro”- como también nobles, dignos y sacros. (…) LA NECESIDAD ESPIRITUAL “Te parecerá que no conoces ni sientes nada a excepción de un puro impulso hacia Dios en las profundidades de tu Ser”. LA NUBE DEL NO SABER (Texto anónimo del siglo XIV) Por así decirlo todo empieza con el reconocimiento de la necesidad de Dios y, a su vez, la necesidad de encontrar cómo satisfacer esa necesidad.(…) ¿Qué es un trabajo espiritual? es la pregunta que alguna vez nos hemos hecho cuando la necesidad interior alcanza una intensidad ineludible. Todo trabajo espiritual, por decirlo de algún modo, provoca el “recuerdo de Dios”, el recuerdo del origen. Y ese es el inicio. (…) Un trabajo espiritual se refiere a aquel específico que primero despierta y después nutre la estructura espiritual del individuo provocando su crecimiento interior que derivará en el encuentro con Dios y en Dios por medio de su recuerdo. Este trabajo se refiere siempre a nuestra condición eterna, a aquello que sí trasciende, a lo no condicionado por el mundo. Solo se necesita cierta madurez interior, una dosis de libertad (referida esta a la capacidad de romper ataduras respecto a uno mismo), cierto coraje y, sobre todo, una necesidad espiritual sincera. Si es así, y la inocencia primordial no es violentada, de algún modo (solo Dios sabe) la Vía para alcanzarlo se hará presente a los pies del individuo. Ya será su elección, poner el pie en ella o no, es decir, iniciarla. Entendemos como Vía a aquellas prácticas que procuran un crecimiento espiritual verdadero. (…) SEGUNDA PARTE Practicas espirituales Además de las reflexiones anteriores sobre el Ser y lo Real, abordaré hora la práctica de la oración, la meditación y el perdón así como el ejercicio de las virtudes que veremos un poco más adelante. Todo ello conforma el escenario virtuoso necesario para que la práctica encuentre un terreno abonado en el que fructifique la semilla espiritual y que nos ayudará de modo extraordinario a conectar de modo más profundo con esa dimensión espiritual que todos poseemos. Ahora nos centraremos en las prácticas espirituales más potentes conocidas y utilizadas y que, a su vez, a lo largo de los siglos, han demostrado su enorme eficacia en la vía espiritual. Nos referimos a las dos prácticas más importantes que las religiones nos han legado: la plegaria y la meditación. A ellas he añadido el perdón dada la gigantesca importancia que tiene a la hora de disponer de un corazón en paz, ligero, tierno y, entonces, ya preparado para recuperar su inocencia natural. Sin embargo entre plegaria y meditación hay una diferencia fundamental y se refiere a los objetivos que pretenden. (…) Dios no pertenece al ámbito de las creencias, pertenece a la realidad de la experiencia. La oración, entendida de ese modo, es la que permite alcanzar la experiencia mística y fue detallada en sus respectivas etapas por santa Teresa de Ávila. Este recorrido representa un mapa de estaciones sucesivas que la santa de Ávila, a partir de su experiencia, nos dejó dividido en siete pasos o grados. El alma se aleja del mundanal ruido. En este estado las demandas del mundo no son tan potentes y son identificadas. El alma se abstiene de faltas graves. El corazón se va purificando y de modo natural se inclina poco a poco hacia el pensamiento y la acción correctas y virtuosas. El alma siente piedad, temor y amor a Dios. Piedad y comprensión frente al prójimo; temor ante los “velos del misterio” divino; amor al Padre, al Creador, al Uno. En el alma se despiertan los sentidos espirituales. Aparece el recogimiento infuso. Los sentidos espirituales transmiten y conectan con la “vida espiritual” o “vida interior”. Aparece la comprensión del “lenguaje del corazón”. El alma gusta de la oración de unión. Empieza el contacto de unión entre Amado y Amante. Aparece la unión extática En esa unión aparece el éxtasis como estado resultante. Oración y unión continua y permanente. Ya toda la vida es una oración permanente y cada acto, cada pensamiento, cada palabra, cada respiración y cada latido están dedicados a Dios. LA MEDITACIÓN “¿Piensas que puedes clarificar tu mente sentándote constantemente en meditación silenciosa? Esto hace que tu mente sea estrecha, no que esté clara. La conciencia integral es fluida y adaptable, está presente en todos los lugares y en cualquier tiempo. Eso es verdadera meditación”. HUA HU CHING Lo primero que hay que aclarar respecto a la meditación es que su objetivo es alcanzar el estado meditativo continuo. Y esto no se refiere al momento en el que el meditador se encuentra meditando, sino que se aspira a que ese estado meditativo esté presente en la vida cotidiana. Esa, como dice el texto taoísta, es la verdadera meditación: la meditación en la acción. El objetivo no es estar una hora meditando para lograr durante ese tiempo un estado de serenidad y, al acabar la práctica, volver al estado ordinario de una mente agitada y ansiosa. (…) “NO JUZGUÉIS…” Dice Jesús en el Evangelio de san Juan: “ No juzguéis y no seréis juzgados, perdonad y seréis perdonados, dad y se os dará; la medida que con otros uséis, esa se usará con vosotros”. Aquí aparece también la potente y exigente prescripción de no juzgar al prójimo. Todo juicio suele llevar aparejada la mayoría de las veces una condena, una condena que, a su vez, lleva aparejada la idea de que el “condenado” debe recibir su castigo. Un castigo, en el que a veces ejerceríamos gustosamente como verdugos con todo lo que ello implica. A poco que uno se conozca a sí mismo y sea capaz de mirar al “otro” con cierta imparcialidad, se dará cuenta que la mayoría de nuestros juicios carecen de datos e información suficientes; por si fuera poco, la propia distorsión de nuestras capacidades o disponer de una mente sometida a unas creencias limitantes, no parecen ni el mejor escenario ni las mejores herramientas como para juzgar a nadie.(…) DISTINGUE EL SER DEL PERSONAJE “Todo se resume en esto: yo soy el Ser en sí, sin forma e inmanente en todo; lo que el tiempo no encadena ni el espacio limita. Aquello que es, esencialmente pura serenidad, eso Soy Yo. Eterno, sin partes, infinito”. ASTRAVAKRA GITA Todos hemos ido construyendo a lo largo de nuestra existencia un personaje. Un personaje necesario para afrontar la vida de cada día. Le hemos dotado de unos recursos, de unas señas de identidad, le hemos implantado creencias, ideologías, opiniones, gustos y aversiones, filias y fobias; le hemos provisto de mecanismos de defensa, tanto psicológicos como afectivos, de resortes que nos faciliten seguridad y control, de herramientas para relacionarnos en diversos niveles de intimidad o de conveniencia. Lo hemos adaptado a las necesidades sociales en las que nos ha tocado vivir. Las experiencias vitales, tanto placenteras como dolorosas, nos han permitido rectificar y corregir nuestra obra con el fin de ir perfeccionándola; hemos puesto cariño, dedicación y esfuerzo en su construcción procurando recrearlo con el mayor parecido posible a lo que creemos que deberíamos ser. Por lo general, hemos hecho un buen y gran trabajo. (…) Sin embargo, la mayoría hemos cometido a la vez un gran error: también le hemos dado el poder; un poder que debía de haber quedado en nuestras manos. (…) LA PRÁCTICA DE LA VIRTUD Y EL BIEN Vivimos en un mundo en el que por parte de muchas personas, se clama de modo cada vez más intenso por la pérdida de valores y por el regreso a la práctica de la virtud. Estos conceptos parecían haber quedado obsoletos y vinculados a doctrinas religiosas anquilosadas pero hoy se torna indispensable volver a implementarlos en la sociedad con el fin de alcanzar la regeneración necesaria. Necesitamos volver a la práctica de la virtud y el bien y poner en valor a aquellas personas capaces de aplicarlo en aras del bien. Como complemento a los consejos anteriores, he considerado conveniente recordar algunas virtudes, a las que he añadido un breve comentario, para que nos proporcionen reflexiones valiosas y para que, al llevarlas a la práctica, nos procuren una mejora en nuestra vida individual y colectiva.(…) ABANDONO Virtud por la cual se alcanza la comprensión de que en realidad no hay ningún lugar a dónde ir, ninguna pelea que ganar, ninguna meta que alcanzar, ni ninguna tarea que cumplir, salvo las que uno, desde la más absoluta libertad, se imponga como deber y servicio. Su aprendizaje requiere asumir la perplejidad que implica empezar a percibir la vida desde la sencillez y la ligereza. El abandono enseña a diferenciar lo qué pertenece al hacer, lo qué pertenece al estar y lo qué pertenece al Ser. Ayuda a que desaparezca la falsa sensación de control y el miedo a perder la seguridad. ACCIÓN La acción se refiere al hecho de no dejarse atrapar por el miedo a estar subordinado a los resultados y efectos de las obras. Se refiere a ser capaz de vivir la vida desde la perspectiva del protagonista que participa en el desarrollo de los acontecimientos pero se desvincula de los resultados, ya que toda acción libre de objetivos, con ausencia tanto del deseo como de la aversión y que nace de una intención correcta es, en esencia, impecable. Además la acción procura “hechos” que siempre serán más valiosos que todo lo que habita solo en las ideas abstractas. Su práctica enseña que cuanto más ligera sea la acción en la forma, más profunda será en el fondo. En toda acción, la consecución intencionada de un beneficio propio que represente un dolor o pérdida para otros, generará un impacto en la conciencia que, antes o después, de modo consciente o no, generará un daño interior. ESPERANZA Se refiere a la capacidad de percibir que todo lo creado tiende a un estado de perfección y que, por tanto, a pesar de que en determinados momentos el proceso se manifieste por nuestra deficiente precepción desde el caos, la confusión o incluso el dolor, el resultado último siempre se dirige hacia la plenitud, hacia el bien y hacia lo justo. Una forma de expresión es la confianza en la Vida y en los demás. FE La fe es el sentimiento de confianza en Dios y en sus atributos que incluyen la generosidad, la omnisciencia o la justicia divina entre otros. Esa fe nace de la comprensión de la propia ignorancia y de las propias limitaciones que impiden ver y “leer” la realidad de modo correcto lo que no nos permite, a su vez, contemplar el orden de lo creado. La fe, poco a poco, se va afianzando en la experiencia espiritual que se convierte en su pilar. (…) Artículo*: Sebastián Vázquez Más info en psico@mijasnatural.com / 607725547 MENADEL (Frasco Martín) Psicología Clínica y Transpersonal Tradicional (Pneumatología) en Mijas Pueblo (MIJAS NATURAL) *No suscribimos necesariamente las opiniones o artículos aquí compartidos
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