Psicología

Centro MENADEL PSICOLOGÍA Clínica y Tradicional

Psicoterapia Clínica cognitivo-conductual (una revisión vital, herramientas para el cambio y ayuda en la toma de consciencia de los mecanismos de nuestro ego) y Tradicional (una aproximación a la Espiritualidad desde una concepción de la psicología que contempla al ser humano en su visión ternaria Tradicional: cuerpo, alma y Espíritu).

“La psicología tradicional y sagrada da por establecido que la vida es un medio hacia un fin más allá de sí misma, no que haya de ser vivida a toda costa. La psicología tradicional no se basa en la observación; es una ciencia de la experiencia subjetiva. Su verdad no es del tipo susceptible de demostración estadística; es una verdad que solo puede ser verificada por el contemplativo experto. En otras palabras, su verdad solo puede ser verificada por aquellos que adoptan el procedimiento prescrito por sus proponedores, y que se llama una ‘Vía’.” (Ananda K Coomaraswamy)

La Psicoterapia es un proceso de superación que, a través de la observación, análisis, control y transformación del pensamiento y modificación de hábitos de conducta te ayudará a vencer:

Depresión / Melancolía
Neurosis - Estrés
Ansiedad / Angustia
Miedos / Fobias
Adicciones / Dependencias (Drogas, Juego, Sexo...)
Obsesiones Problemas Familiares y de Pareja e Hijos
Trastornos de Personalidad...

La Psicología no trata únicamente patologías. ¿Qué sentido tiene mi vida?: el Autoconocimiento, el desarrollo interior es una necesidad de interés creciente en una sociedad de prisas, consumo compulsivo, incertidumbre, soledad y vacío. Conocerte a Ti mismo como clave para encontrar la verdadera felicidad.

Estudio de las estructuras subyacentes de Personalidad
Técnicas de Relajación
Visualización Creativa
Concentración
Cambio de Hábitos
Desbloqueo Emocional
Exploración de la Consciencia

Desde la Psicología Cognitivo-Conductual hasta la Psicología Tradicional, adaptándonos a la naturaleza, necesidades y condiciones de nuestros pacientes desde 1992.

martes, 21 de febrero de 2017

África y la tradición oral

Originario de Mali, Amadou Hampâté Bâ (1900-1991) fue uno de los primeros intelectuales africanos que recogieron, transcribieron y dieron a conocer los tesoros de la tradición oral de este continente. En sus obras se hallan cantidad de cuentos, poemas, fábulas, mitos y leyendas del África occidental, que en sin él quizá se hubieran perdido, pues como dijo en una ocasión: “En África, cuando muere un viejo, es como si se quemara una biblioteca”. Presentamos su introducción a un gran relato iniciático peul conocido como Njeddo Dewal, la madre de la calamidad,una historia que cuenta cómo surgió la desgracia y la calamidad entre los hombres, que con Kaïdara y el Brillo de la gran estrella, constituyen una trilogía mítica cuyos temas se complementan y que tienen en común algunos de los personajes. Como explica el propio Hampâté Bâ: “los tres son unos janti, es decir, unos relatos muy largos con personajes humanos o fantásticos, con una vocación didáctica o iniciática, a menudo, las dos a la vez”. Antes de la creación del mundo, antes del comienzo de todas las cosas, no había nada, sino un Ser. Este Ser era un Vacío sin nombre y sin límite, pero era un Vacío vivo, que potencialmente incubaba en sí la suma de todas las existencias posibles. El tiempo infinito, intemporal, era la residencia de este Ser-Uno. Se dotó de dos ojos. Los cerró: fue engendrada la noche. Los volvió a abrir: nació el día. La noche se encarnó en Lewru, la Luna. El día se encarnó en Na’ngué, el Sol. El Sol se casó con la Luna y procrearon a Dumunna, el Tiempo temporal divino. Dumunna le preguntó al Tiempo infinito con qué nombre quería que lo invocara. Éste respondió “Llámame Gueno, el Eterno”.En su introducción, el autor traza un breve esbozo de la mitología peul que se desarrollará en los relatos que acabamos de mencionar. Gueno quería ser conocido. Quería tener un interlocutor. Entonces creó un Huevo maravilloso con nueve divisiones, e introdujo en ellas los nueve estados fundamentales de la existencia. Después confió el Huevo al Tiempo temporal Dumunna: “Incúbalo con paciencia, le dijo, y de él saldrá lo que saldrá”. Dumunna incubó el Huevo maravilloso y lo llamó Botchio’ndé. Cuando el Huevo cósmico se abrió, nacieron veinte seres fabulosos que constituyeron la totalidad del universo visible e invisible, la totalidad de las fuerzas existentes y de todos los conocimientos posibles. Pero, desgraciadamente, ninguna de estas veinte criaturas fabulosas se reveló apta para convertirse en el interlocutor que Guéno había deseado para Sí mismo. Entonces, tomó una parte de cada una de las veinte criaturas existentes. Las mezcló y luego, al insuflar en esta mezcla una chispa de su propio aliento ígneo, creó un nuevo ser: Neddo, el Hombre… Síntesis de todos los elementos del universo, los superiores y los inferiores, receptáculo por excelencia de la Fuerza suprema, al tiempo que la confluencia de todas las fuerzas existentes, buenas o malas, Neddo, el Hombre primordial, recibió como herencia una parte de la potencia creadora divina, el don del Espíritu y de la Palabra. Guéno enseñó a Neddo, su interlocutor, las leyes según las cuales todos los elementos del cosmos fueron formados y continúan existiendo. Lo instauró como Guardián y Administrador de su universo y le encargó que mantuviera la armonía universal. Éste es el motivo por el cual es duro ser Neddo. Iniciado por su creador, más tarde Neddo transmitió a su descendencia la suma de todos sus conocimientos. Este fue el comienzo de la gran cadena de transmisión iniciática oral. Neddo, el hombre primordial, engendró a Kîkala, el primer hombre terrestre, cuya esposa fue Nâgara. Kîkala engendró Habana-koel: “Cada uno para sí mismo”. “Cada uno para sí mismo” engendró a Tcheli: “Bifurcación del camino”. “Bifurcación del camino” tuvo dos hijos: uno el “Hombre viejo” (Gorko-mawdo), que representaba la Vía del bien, el otro, la “Pequeña vieja canosa” (Dewel-Nayewel), representó la Vía del mal. De ellos surgieron dos posteridades contrarias: El “Hombre viejo” engendró a Njeddo-mawdo, el “Hombre digno de consideración”, que trajo al mundo a cuatro hijos: “Gran escucha”, “Gran visión”, “Gran elocuencia” y “Gran actuación”. Su hermana, la “Pequeña vieja canosa”, engendró también cuatro hijos: “Miseria”, “Mala suerte”, “Animosidad” y “Detestable”. Como acabamos de ver, a partir de “Bifurcación del camino”, que sucedió a “Cada uno para sí mismo”, se configuran las vías del Bien y del Mal. Njeddo-Dewal es una encarnación legendaria peul de Dewek-Nayewel, la “Pequeña vieja canosa”. Su nacimiento sucede en un tiempo en el que los hombres olvidan sus deberes y el mundo deviene un caos. Entonces Guéno decide castigarlos con el nacimiento de Njeddo- Dewal, la madre de la calamidad, pero esto ya es otra historia. ♦ Texto de Amadou Hampâté Bâ in Contes Initiatiques Peuls. Fotografías, Las razas humanas de Pedro Bosch-Gimfarre - Artículo*: ArsGravis - Más info en psico@mijasnatural.com / 607725547 MENADEL Psicología Clínica y Transpersonal Tradicional (Pneumatología) en Mijas y Fuengirola, MIJAS NATURAL *No suscribimos necesariamente las opiniones o artículos aquí enlazados
 

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