CIEN BENDICIONES

Decía un sabio que bendecir es como abrir los ojos ante lo que recibimos, antes de reclamar lo que nos falta. Es dar antes de recibir.

Es bien conocida la idea que aparece en el tratado talmúdico de Jaguigah (9b), que enseña que no basta con estudiar un texto cien veces: hay que hacerlo ciento una, o más. Pero, ¿qué tiene que ver esto con bendecir?

Maimónides sostiene en su Mishné Torah, en Hiljot Tefilá 7:15, que “cada persona debe esforzarse en completar cien bendiciones cada día”. Por su parte, el Midrash Tanjuma explica que el rey David instauró esta práctica para frenar una plaga que causaba cien muertes diarias, enseñando al pueblo a compensar cada muerte con una bendición.

¿Cuál es su fundamento en la Torah?

Leemos en Deuteronomio (X-12):

ועתה, ישראל-מה יהוה אלהיך

“Y ahora, Israel, ¿qué (má) pide de ti el Eterno tu Dios…?”.

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Nos hallamos ante una pregunta esencial: ¿qué pide Dios de nosotros? Los sabios del Talmud (Menajoth 43a) lo expresan sin rodeos: pide que bendigamos. Apoyándose en esta página, los cabalistas nos enseñan que no hay que leer Mah (מה), “qué”, sino Meah (מאה), “cien”. De aquí viene la necesidad de decir cien bendiciones diarias.

El objetivo de estas bendiciones es, según el Zohar (III-179b) “porque cada día necesita saborear a su señor”.

La diferencia entre Mah (מה), y Meah (מאה), es una letra Alef, o sea 1 (א), la misma que entre 100 y 101. Ya vimos que la diferencia entre la centésima lectura y la siguiente es que no sólo hay un aumento de cantidad; hay un auténtico salto cualitativo: se produce una auténtica revelación.

Hay que decir ciertamente 100 bendiciones diarias, pero el milagro de la Bendición se produce a partir de la 101. Con las cien primeras bendecimos a Dios; con la 101 somos nosotros los bendecidos.

En hebreo “cien bendiciones” es Meah Berajoth (מאה ברכות) y la guematria de esta expresión es 674.

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מאה = 46

ברכות = 628

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674

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Si hacemos como con el 100 y vamos un número más, llegamos a 675, o sea una guematria muy conocida, la de Guilui Torah (גילוי התורה), o sea, la revelación de la Torah.

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גילוי = 59

התורה = 626

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675

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Si bendecir 100 veces es como dar las gracias, hacerlo 101 es como recibir la Gracia. En diversas ocasiones hemos comentado el famoso proverbio que dice que “más vale pájaro en mano que ciento volando”. El pájaro en mano es esa gracia que hay que recibir.

JULI PERADEJORDI

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