Psicología

Centro MENADEL PSICOLOGÍA Clínica y Tradicional

Psicoterapia Clínica cognitivo-conductual (una revisión vital, herramientas para el cambio y ayuda en la toma de consciencia de los mecanismos de nuestro ego) y Tradicional (una aproximación a la Espiritualidad desde una concepción de la psicología que contempla al ser humano en su visión ternaria Tradicional: cuerpo, alma y Espíritu).

“La psicología tradicional y sagrada da por establecido que la vida es un medio hacia un fin más allá de sí misma, no que haya de ser vivida a toda costa. La psicología tradicional no se basa en la observación; es una ciencia de la experiencia subjetiva. Su verdad no es del tipo susceptible de demostración estadística; es una verdad que solo puede ser verificada por el contemplativo experto. En otras palabras, su verdad solo puede ser verificada por aquellos que adoptan el procedimiento prescrito por sus proponedores, y que se llama una ‘Vía’.” (Ananda K Coomaraswamy)

La Psicoterapia es un proceso de superación que, a través de la observación, análisis, control y transformación del pensamiento y modificación de hábitos de conducta te ayudará a vencer:

Depresión / Melancolía
Neurosis - Estrés
Ansiedad / Angustia
Miedos / Fobias
Adicciones / Dependencias (Drogas, Juego, Sexo...)
Obsesiones Problemas Familiares y de Pareja e Hijos
Trastornos de Personalidad...

La Psicología no trata únicamente patologías. ¿Qué sentido tiene mi vida?: el Autoconocimiento, el desarrollo interior es una necesidad de interés creciente en una sociedad de prisas, consumo compulsivo, incertidumbre, soledad y vacío. Conocerte a Ti mismo como clave para encontrar la verdadera felicidad.

Estudio de las estructuras subyacentes de Personalidad
Técnicas de Relajación
Visualización Creativa
Concentración
Cambio de Hábitos
Desbloqueo Emocional
Exploración de la Consciencia

Desde la Psicología Cognitivo-Conductual hasta la Psicología Tradicional, adaptándonos a la naturaleza, necesidades y condiciones de nuestros pacientes desde 1992.

jueves, 29 de septiembre de 2016

MAYA o ilusión

MAYA O LA ILUSIÓN Una de las afirmaciones más sorprendentes del acervo del conocimiento del hinduismo y, más concretamente, expresado en el advaita vedanta, es que aquello que llamamos real, el mundo y sus criaturas perceptibles y mesurables y la interacción entre ellas, en realidad, no es más que una ilusión. A esta ilusión la llamaron maya y, en contraposición, afirmaron que lo Real es exclusivamente el Ser. Entiéndase como Real lo no sometido a lo fenoménico o a la impermanencia inherentes al mundo que percibimos. Dado que nuestra mente se nutre de la elaboración de los contenidos de la memoria y de los datos adquiridos por los sentidos es, desde la mente, imposible entender este concepto pues memoria y sensorialidad son fruto de lo fenoménico y son asimismo impermanentes. Como especulación narrativa, sí podemos hacer medianamente inteligible este concepto apelando a la idea de un gran mago capaz de mantener ante nuestros ojos y resto de sentidos una prodigiosa ilusión que, inmersos en la potencia y exigencia de la actividad que despliega, no nos concede la oportunidad para alejarnos de ella independientemente de que dicha ilusión a veces se muestre como incoherente, indescifrable e, incluso contradictoria. Para esas situaciones, es la propia mente la que, al sentirse violentada ante lo que es incapaz de descifrar, apela a la fantasía y, esa fantasía, hace que maya se alimente y perpetúe. En el advaita se llama upadhi a los atributos y velos limitativos que ocultan lo Real, estos velos que ocultan son principalmente los nombres, las formas y la actividad. A su vez, la individualidad del ser humano está recubierta por cinco capas que distorsionan y dificultan el acceso a lo Real: la capa de la beatitud (se alimenta de la emotividad), la capa del aliento (se alimenta de la respiración), la capa de la mente (se alimenta de los sentidos), la capa del intelecto diferenciador (se alimenta de la memoria), la capa del cuerpo físico (se alimenta de la comida). EL TESTIGO PERCEPTOR Nada hay perceptible que no requiera de un perceptor, nada es mesurable si no hay nada que lo mida, no hay actividad móvil si no hay interacción, no hay tiempo si no hay movimiento. La ausencia del perceptor de un objeto con nombre, forma y acción (por tanto reconocible por mente y sentidos) hace que dicho objeto se “ausente” y, naturalmente, desaparece la interacción entre ambos. Lo percibido es tal, solo en presencia de un perceptor sobre todo si el perceptor interactúa con lo percibido. Pero si el perceptor primero se transforma en testigo únicamente, es decir, no interactúa con el objeto perceptible, podrá después tornarse en “ausente” y así es capaz de generar la “ausencia”. Esta ausencia del perceptor, de lo percibido y del propio acto de percepción “detiene el tiempo”, entendiendo el tiempo como uno de los resultados de la actividad de maya. La suma de ambas “ausencias” y la carencia de interacción hace que se alcance de nuevo el vacío, o más precisamente, la Presencia en el vacío pues el testigo guarda la conciencia, es decir, está despierto. Y es ahí, donde se detiene la actividad de maya y aparece lo Real que se expresa como Ser y ya, por tanto, sin necesidad de percepción. Entonces Es; lo demás, ocurre. - Artículo*: Sebastián Vázquez - Más info en psico@mijasnatural.com / 607725547 MENADEL Psicología Clínica y Transpersonal Tradicional (Pneumatología) en Mijas y Fuengirola, MIJAS NATURAL *No suscribimos necesariamente las opiniones o artículos aquí enlazados
 

- Enlace a artículo -

Más info en psico@mijasnatural.com / 607725547 MENADEL Psicología Clínica y Transpersonal Tradicional (Pneumatología) en Mijas y Fuengirola, MIJAS NATURAL.

(No suscribimos necesariamente las opiniones o artículos aquí presentados)

No hay comentarios:

Publicar un comentario