Psicología

Centro MENADEL PSICOLOGÍA Clínica y Tradicional

Psicoterapia Clínica cognitivo-conductual (una revisión vital, herramientas para el cambio y ayuda en la toma de consciencia de los mecanismos de nuestro ego) y Tradicional (una aproximación a la Espiritualidad desde una concepción de la psicología que contempla al ser humano en su visión ternaria Tradicional: cuerpo, alma y Espíritu).

“La psicología tradicional y sagrada da por establecido que la vida es un medio hacia un fin más allá de sí misma, no que haya de ser vivida a toda costa. La psicología tradicional no se basa en la observación; es una ciencia de la experiencia subjetiva. Su verdad no es del tipo susceptible de demostración estadística; es una verdad que solo puede ser verificada por el contemplativo experto. En otras palabras, su verdad solo puede ser verificada por aquellos que adoptan el procedimiento prescrito por sus proponedores, y que se llama una ‘Vía’.” (Ananda K Coomaraswamy)

La Psicoterapia es un proceso de superación que, a través de la observación, análisis, control y transformación del pensamiento y modificación de hábitos de conducta te ayudará a vencer:

Depresión / Melancolía
Neurosis - Estrés
Ansiedad / Angustia
Miedos / Fobias
Adicciones / Dependencias (Drogas, Juego, Sexo...)
Obsesiones Problemas Familiares y de Pareja e Hijos
Trastornos de Personalidad...

La Psicología no trata únicamente patologías. ¿Qué sentido tiene mi vida?: el Autoconocimiento, el desarrollo interior es una necesidad de interés creciente en una sociedad de prisas, consumo compulsivo, incertidumbre, soledad y vacío. Conocerte a Ti mismo como clave para encontrar la verdadera felicidad.

Estudio de las estructuras subyacentes de Personalidad
Técnicas de Relajación
Visualización Creativa
Concentración
Cambio de Hábitos
Desbloqueo Emocional
Exploración de la Consciencia

Desde la Psicología Cognitivo-Conductual hasta la Psicología Tradicional, adaptándonos a la naturaleza, necesidades y condiciones de nuestros pacientes desde 1992.

miércoles, 20 de abril de 2016

R_A: Aurora Consurgens

Aurora desde Sierra Akbarracín, Benaocaz,Cadiz Texto originalTomás de Aquino. AURORA CONSURGENSLA AURORA, HORA DORADA.CAPÍTULO PRIMEROINICIO DEL TRATADO INTITULADO: LA AURORA EN SU DESPERTARCon ella, con la Sabiduría del Mediodía, todos los dones me fueron concedidos, con ella,que pregona por las calles, que sobre las plazas públicas alza su voz, que clama en mediodel gentío y que así habla en el umbral de las puertas de la ciudad: Venid a mí, aceptad mi luz ynada turbará vuestras obras. Cuantos me deseéis seréis colmados con mis riquezas. Venid hijos míos, yescuchad, pues os voy a enseñar la ciencia de Dios.¿Qué sabio comprenderá esta Sabiduría de la que Alphidius dijo que hombres y niñosrozan por caminos y plazas, que asnos y rebaños pisotean en las inmundicias? Seniorescribe: En apariencia no hay nada tan vil y, sin embargo, nada es tan estimable en cuanto a naturaleza.El mismo Dios no ha querido que se le ponga precio. A partir de ella Salomón edificó suluz situándola por encima de toda perfección y de toda salvación, pues ni siquiera lasvirtudes de las piedras preciosas se le pueden comparar: todo oro, en comparación, no essino arena vulgar y la plata no es más que cieno. Y todo ello no sin razón: su adquisición espreferible al comercio de la plata y del oro más puros; su fruto es más precioso que todaslas riquezas del mundo, y no puede ser comparada a nada de cuanto puedas desear. Sumano derecha oculta longevidad y salud, su mano izquierda gloria y riquezas infinitas. Suscaminos están repletos de bellas y loables acciones, en nada despreciables ni torcidas. Suandar no es para nada apresurado: posee la lentitud y la asiduidad de la labor perseverante.Es árbol de vida, luz perpetua para cuantos la aprehenden. Los que la conserven alcanzaránla dicha, pues la ciencia de Dios jamás perecerá, como testifican las palabras de Alphidius:El que halle esta ciencia obtendrá sustento legítimo y sempiterno. En cuanto a Hermes y los demás,ved lo que afirman: si un hombre detentara esta ciencia durante mil años jamás conocería la escasez,aunque cada día hubiera de alimentar a siete mil hombres. Senior lo confirma: Ser tan rico como elposeedor de aquella piedra de la que surge el fuego, de quien es propio dar ese fuego a quien lo desee, en lacantidad deseada y en el momento deseado, sin la menor privación. Idénticos anhelos expresaAristóteles en su segundo libro sobre el alma: Todos los cuerpos constantes son limitados, pornaturaleza, en su tamaño y en su crecimiento, sin embargo, el fuego, a poco que se le alimente, crece hasta elinfinito. ¡Dichoso el descubridor de esta ciencia: sobre él fluirá la prudencia de Saturno!En tu caminar sueña con ella y ella guiará tus pasos. Senior dice: El sabio la comprende, él quees de juicio sutil e ingenioso, pues el tratado sobre las agregaciones ilumina los espíritus. El espíritu seanima, hace cuanto desea: ¡dichosos cuántos reflexionen acerca de mis palabras! Y Salomónañade: Hijo mío, cuélgala en tu cuello, inscríbela en la tablilla de tu corazón y lo hallarás. Dí a laSabiduría: ¡Tú eres mi hermana! y concede el nombre de amiga a la prudencia. Reflexionar sobre laspalabras de la Sabiduría es un acto perfectamente natural, un acto sutil que la lleva a laperfección. Aquel que le consagre sus vigilias se encontrará bajo su protección. Jamás semarchita ni perece, clara es para quienes poseen la inteligencia y resulta fácil a cuantos laconocen, pues va en busca de quienes son dignos de ella: en todos sus caminos se lesaparece jocosa advirtiéndoles de su providencia. Su principio es la naturaleza más auténtica,aquella naturaleza que ignora el engaño.CAPÍTULO SEGUNDOACERCA DE LA SABIDURÍAPor tanto, si los tronos y los cetros de los reyes os placen, si queréis reinar eternamente,amad la luz de la ciencia y perseverad en la búsqueda, vosotros, los que os distinguís porvuestro conocimiento de la naturaleza. Por vosotros el sabio escruta en la Sabiduría de losantiguos y consagra su ocio a los profetas, penetra en los misterios de las parábolas, buscael sentido oculto de los proverbios: se ocupa del secreto de las parábolas.Sin ocultaros nada expondré lo que es la ciencia y como está hecha: es un don, unsacramento de Dios, es algo divino que las palabras simbólicas de los sabios ocultan de milmaneras. Sin apartarme de la verdad y evitando la ansiedad que debilita al espíritu sacaré suciencia a la luz.Seguí su rastro desde el principio, y en mi caminar ignoraba que era la madre de todas lasciencias y que me precedió. Innumerables dignidades me ha concedido, la he aprendido sinforzarla y os la comunicaré sin precipitación y sin disimular la verdad. Es para todos untesoro inagotable que ha sido celado por sus descubridores, y que exclama gozosa: Jerusalén,alégrate. Todos los que me amáis uníos, entrad en júbilo, pues el Señor Dios ha tenido piedad de los pobres.Senior también ha dicho: Es una piedra sobre la que el sabio pone los ojos, y que debes evitar echar alos escombros. Pues este elixir expulsa la miseria y para el hombre, después de Dios, es lo más precioso.CAPÍTULO TERCERODE LOS QUE IGNORAN Y DE LOS QUE NIEGAN ESTA CIENCIAEsta ciencia gloriosa de Dios, esta doctrina de los santos, este secreto de los filósofos y esteelixir de los médicos, es despreciado por los necios que al ignorar su naturaleza rehuyen subendición: por eso aquélla se alejará de ellos. Al que le falte experiencia no le conviene talciencia, pues cualquiera que la ignora es su enemigo: no sin razón. Speculator lo dice: Eldesprecio de la ciencia es la causa de la ignorancia. ¡No demos lechugas a los asnos si se conformancon cardos! ¡No demos a los perros el pan de los niños y no sembremos perlas entre loscerdos! A esta ilustre ciencia, semejantes bufones no podrán acceder. Divulgar a los que noson dignos de ella los arcanos de esta ciencia sería romper el sello celeste. En un cuerpogrosero el espíritu de esta Sabiduría rehusará entrar. El insensato no es capaz de percibirlapues su razón está pervertida. Los sabios no se dirigen a los insensatos. Hablar con unnecio, es hablar con alguien que está dormido. Morien ha dicho: Si se descubriera la situaciónexacta de las cosas no habría espacio para la prudencia. El insensato sería igual al sabio. Bajo elcírculo lunar, junto a la pobreza, su madrastra, ningún mortal lloraría ya las angustias de sudesnudez: en esta ciencia, infinito es el número de necios.CAPÍTULO CUARTODEL NOMBRE Y DEL TÍTULO DE ESTE LIBROA este volumen lo hemos bautizado Aurora en su despertar por cuatro razones. La auroraes, sin duda, la hora de oro. Asimismo, la ciencia reserva para un fin dorado una hora a losbuenos laborantes. La aurora, además, ocupa entre la noche y el día una posiciónintermedia enrojeciendo con una doble tinta roja y amarilla. Del mismo modo la cienciadona tintas amarilla y roja, que son intermediarias entre el negro y el blanco. En tercerlugar, durante la aurora, los enfermos notan un alivio, un respiro en sus sufrimientosnocturnos, así como también, durante la aurora de la ciencia, los malos olores y los vaporesnocivos que afectan el espíritu del laborante se eclipsan y declinan. El Salmo ya lo dice: Enel atardecer la visita de las lágrimas, en el amanecer de los gritos de júbilo. En cuarto y último lugar, seha dicho que la aurora es el fin de la noche, o mejor aún, la madre del sol. Del mismomodo en el culmen de la coloración roja, nuestra aurora es el fin de toda tiniebla, laexpulsión de la noche, esa longevidad hivernal en medio de la que tropieza el caminante sino presta atención. Está escrito: Y la noche revela a la noche la ciencia, y el día al día profiere lapalabra, y la noche como el día en sus deleites ilumina.CAPÍTULO QUINTO¡ESTIMULEMOS A LOS INSENSATOS!Acaso la Sabiduría no clama por las calles, acaso la prudencia no eleva su voz en los librosde los sabios lamentándose: ¡Humanos, a vosotros os llamo, mi voz se dirige a los hijos dela inteligencia! ¡Comprended, insensatos, prestad atención a los dichos de los sabios y a susenigmas! Cuando han establecido la similitud entre todas las criaturas de esta tierra, lossabios se sirven en esta ciencia de diversas expresiones multiplicando las palabras bajo elcírculo de la luna.Un sabio a la escucha ganará en sabiduría, la comprenderá, y comprendiéndola la poseerá.He aquí la Sabiduría, Reina del Mediodía, de la que se dice que ha venido de Oriente comola aurora en su despertar, para escuchar, para comprender, para ver la Sabiduría deSalomón. Ella encierra poder, honor, virtud y autoridad. Luce una corona resplandecientecon rayos de doce estrellas, como una esposa que se adorna para su esposo. Sus vestidosllevan inscripciones de oro, en griego, en lengua extranjera, en latín: ¡Soy reina: reinaré y mireino no tendrá fin para mis descubridores, para todos aquellos que me buscan sutil, ingeniosa,constantemente!CAPÍTULO SEXTOLA PRIMERA PARÁBOLA:LA PIEDRA NEGRA EN LA QUE SE ARRAIGAN LOS SIETE PLANETASMirando a lo lejos vi una gran nube que ensombrecía la tierra y que absorbía la nube quecubría mi alma. Las aguas, putrefactas y corruptas como estaban por el espectáculo de lasprofundidades infernales y por la sombra de la muerte, habían penetrado en mi alma: latempestad me había engullido.Delante de mí se arrodillarán los habitantes del desierto, y mis enemigos lamerán la tierraque me pertenece. En mi carne no queda nada intacto, y el espectáculo de mi iniquidad hatranstornado mis huesos. He gritado noches enteras hasta enronquecer mi garganta. ¿Quiénvivirá para saber, para comprender?Él arrancará mi alma de la garra del Sheol. Los que me iluminen ganarán la vida eterna ycomerán del árbol de la vida situado en el paraíso. En mi reino les será permitido sentarseal lado de mi trono. Así será para aquel que me haya desenterrado como si fuera plata yadquirido como un tesoro, para el que no haya envenenado ni mi alimento ni mi bebida,para aquel que no haya mancillado con el estupro mi lecho violando mi cuerpo fuerte ydelicado, ni sobretodo mi alma, paloma bella y sin hiel, pura y sin mancha: así será paratodos aquellos que no hayan hundido mis asientos y mis tronos. Para aquel que de amorme ha hecho languidecer, para aquel cuyo ardor me ha fundido, cuyo aroma me ha hechovivir, cuyo sabor me restaura, cuya leche es el alimento que consiento, que con su enlaceme devuelve la juventud, para aquel de cuyo beso recibo el aliento de la vida, para aquelcuyo abrazo amoroso agota súbitamente mi cuerpo, para él yo seré un padre y él será paramí un hijo.Es sabio aquel que complace al padre, el padre que yo situaré a la cabeza de los reyes de latierra, el padre que yo exaltaré y al cual mi alianza permanecerá fiel eternamente. Y sinembargo: si abandona mi ley, si no sigue mis pasos, si profana mis mandatos y mispreceptos, ¡que el enemigo se levante sobre él y que el hijo de la iniquidad le alimente! Sipor el contrario sigue mis pasos, no temerá nunca la frialdad de la nieve. Él y los suyoslucirán vestimenta de biso y púrpura; en ese día él se reirá, yo seré saciado y será mostradami gloria. Éste es el que ha velado mis senderos y rehusado comer del pan de los ociosos.Por ello, por encima de él se han abierto los cielos y su voz ha retumbado como el trueno,es la voz de aquel que tiene siete estrellas en sus manos, los siete espíritus enviados sobretoda la tierra para predicar y dar testimonio. Aquel que creerá, aquel que será bautizado,será salvado, y condenado será el incrédulo.En cuanto a los signos que mostrarán los creyentes y los bien bautizados, helos aquí: en elmomento en el que el rey de los cielos pronuncie sobre ellos su juicio, serán blancos denieve en el Monte Sombrío; las plumas de la paloma se cubrirán de plata, y las alas de sudorso tendrán la palidez del oro. ¡Tal será mi hijo amado! ¡Miradle! Es más bello quecualquiera de los hijos de los hombres. El sol y la luna contemplan su belleza. Él esprivilegio de amor, heredero universal al que los hombres conceden su confianza y sin elcual nada pueden hacer.Quien tiene oídos escucha lo que ha dicho el espíritu de la doctrina a los hijos de ladisciplina sobre las siete estrellas que permiten la culminación de la obra divina. De ellashabla Senior en su libro en el capítulo del sol y de la luna, cuando dice: Cuando habrásfabricado estos siete metales que has observado por las siete estrellas y que has ofrecido a las siete estrellas,cuando los habrás purificado nueve veces hasta lograr el aspecto de las perlas, entonces habrás cumplido laobra del blanqueamiento.CAPÍTULO SÉPTIMODEL DILUVIO Y LA MUERTE QUE LA MUJER CAUSÓY QUE LA MUJER AHUYENTÓCuando hacia mí hayan fluido las multitudes marinas, cuando los torrentes hayan inundadomi rostro, cuando las flechas de mi aljaba hayan sido saciadas de sangre, cuando mis tinajashayan exhalado el perfume del mejor de los vinos, cuando mis graneros se encuentrendesbordados de trigo, cuando el esposo haya cruzado el umbral de la estancia nupcial encompañía de diez vírgenes, cuando mi vientre se haya hinchado bajo la caricia de miamado, cuando el gozne de mi puerta se abra al amado, cuando Herodes haya matadocolérico una legión de niños, cuando Raquel haya llorado a sus hijos y cuando la luz brotede las tinieblas, cuando el sol de justicia se eleve en el cielo, entonces llegará la plenitud delos tiempos, entonces enviará Dios a su hijo tal y como está escrito. Ese hijo que ha sidonombrado por Dios heredero universal y para el que ha creado los tiempos diciéndole: Túeres mi hijo, hoy te he engendrado. Los magos de Oriente le han traído tres presentes. Estedía que ha dispuesto el Señor, es para nosotros día de alegría y de júbilo, pues en este día haconsiderado el Señor mi aflicción y ha enviado la redención: en Israel es el pretendiente altrono.En este día la mujer ahuyentará la muerte que había causado. Cederán los cerrojos delinfierno. La muerte cesará en lo sucesivo su dominio. Las puertas del Hades no seopondrán a ella, pues será encontrado el décimo dracma extraviado, será guiada lacentésima oveja del desierto y nuestros hermanos recuperarán la unión perdida desde lacaída del ángel.Hijo mío alégrate en este día, pues significa el fin de las lamentaciones, significa el fin deldolor: el viejo mundo se ha ido.Que aquel que tenga oídos escuche las palabras del espíritu de la doctrina a los hijos de ladisciplina, a propósito de la mujer que trajo la muerte, y que después ahuyentó. Losfilósofos lo dicen así: ¡Sepárale el alma antes de devolvérsela, pues la corrupción del uno es la generacióndel otro. Sepárale el humor que corrompe antes de alimentarla del humor que le es natural! Este es elcamino de la perfección y de la vida.CAPÍTULO OCTAVOLA TERCERA PARÁBOLA: LAS PUERTAS DE BRONCE Y LAS BARRAS DEHIERRO DEL CAUTIVERIO BABILÓNICOAquel que romperá las puertas de bronce y quebrará las barras de hierro, aquel quecambiará el candelabro de lugar, aquel que de este modo arrancará las cadenas de la prisiónde la tiniebla alimentando mi alma hambrienta, alma que acude con la boca desbordada defe para ser nutrida con la semilla del trigo y con la miel de la roca, aquel que preparará parael errante que soy una sala de banquete, él será el que permitirá a los siete dones delEspíritu Santo, en su misericordia, extender sobre mí su calma y me permitirá dormir enpaz. Él me reunirá con la tierra para verter sobre mí una agua pura, y seré purificado de lamás grande de las faltas y del demonio del mediodía: desde la planta de los pies hasta lacabeza, nada en mí, absolutamente nada, permanecerá intacto.Él me purificará de mis vilezas ocultas y extrañas, no tendré siquiera que recordar lasiniquidades que he cometido: Dios me ha dado unción de un aceite de júbilo para que elpoder de penetración y licuefacción cohabite en mí el día de mi resurrección, el día que deDios consiga la gloria.De este modo van y vienen los tiempos hasta la venida del enviado, hasta la venida de aquelque levantará el yugo del cautiverio de estos setenta años de estancia a bordo de los ríos deBabilonia. En ellos hemos llorado, en ellos hemos abandonado nuestros instrumentosporque las hijas de Sión se llenaron de orgullo, porque marcharon con el paso rápido y lamirada provocadora, porque parlotearon, porque ellas mismas labraron su camino. Por elloel Señor volverá sarnosa y calva su cabeza: de Sión llegará la ley y de Jerusalén el verbo delSeñor. Ese día, cuando las siete mujeres se apoderen de un único hombre exclamando:Nosotras mismas nos proveemos el alimento y nos vestimos sin ayuda de nadie, ¿por qué no proteges nuestrasangre, esta sangre que como si fuese agua hemos derramado alrededor de Jerusalén? Y recibirán la divinarespuesta: ¡Esperad aún un poco más, hasta que nuestros hermanos, de los que el libro precisa el número,se reúnan al completo! Entonces, cuando el Señor habrá purificado a sus hijas por el espíritu dela sabiduría y de la inteligencia, todos aquellos que falten de Sión serán llamados santos.Diez arpentas de vid llenarán un barril entero, y treinta moyos de simiente tres fanegas detrigo. El que entienda estas palabras será eternamente inconmovible.Que el que tenga oídos escuche lo que ha dicho el espíritu de la doctrina a los hijos de ladisciplina a propósito del cautiverio babilonio, que duró setenta años y que los filósofossignifican con estas palabras: Múltiples son los aspectos de los setenta preceptos.CAPÍTULO NOVENOLA CUARTA PARÁBOLA: SOBRE LA FE DE LOS FILÓSOFOSFUNDADA EN EL NÚMERO TERNARIOA aquel que cumpla la voluntad de mi padre arrojando este mundo al mundo, le seráconcedido un lugar en el reino al lado de mi trono, sobre la sede de David y sobre las sedesde las tribus de Israel. Esta es la voluntad de mi padre, para que se sepa que es Él y no otroel Dios verdadero, Él que en verdad da con generosidad y sin cicatear a todos y a todas lasnaciones.Su hijo es hijo único, Dios nacido de Dios, y luz nacida de luz; su Espíritu Santo ha nacidodel padre y del hijo, y en divinidad es su igual. En el padre subsiste la eternidad, en el hijo lasemejanza; el Espíritu Santo es la eternidad y el vínculo de la semejanza. De este modo estádicho: Tal es el padre, tal es el hijo, tal es también el Espíritu Santo. Estas tres personas formanuna sola persona, de manera que, es lo que el filósofo ha querido decir, cuerpo, espíritu yalma constituyen una unidad: toda perfección se basa en el número ternario, conforme alnúmero, al peso y a la medida.Por otra parte, el padre ha nacido de la nada, el hijo ha nacido del padre y el Espíritu Santodel uno y del otro. Con el padre aparece la Sabiduría que gobierna y ordena la totalidadmoderadamente, sus decretos son insondables y sus caminos incomprensibles. Con el hijollega la verdad: en su aparecer asumió la nada; es al mismo tiempo Dios perfecto y hombre,con carne de hombre y alma de razón; siguiendo el precepto del padre y con el apoyo delEspíritu Santo redimió a un mundo perdido por el pecado de nuestros padres. Al EspírituSanto le fue confiada la bondad. Gracias a él lo terrestre se transforma en celestetriplemente: bautiza por su flujo, por la sangre y por las llamas. Por su flujo anima, purificay expulsa de las almas todas las miasmas, limpiando los vapores nocivos, como está escrito:Tú fecundas las aguas, vivificando las almas. El agua es, en realidad, el alimento de todo aquelloque brota: cuando desciende del cielo satura la tierra procurándole la fuerza que le permitedominar a todos los metales; por ello la tierra implora siempre al agua diciendo: Envía tualiento (es decir: el agua) para que comience la creación, para que sea renovada la faz de la tierra; yDios envía a la tierra el espíritu y la hace temblar, toca las montañas y humean. Después,por el bautismo de sangre, el Espíritu Santo nutre, como está escrito: El agua de la Sabiduríasalvadora me ha nutrido y su sangre es verdadero alimento. El asiento del alma está en la sangre,como ha dicho Senior: El alma de la que hablamos reside en el agua, en la que toda vida reposa, estaagua que une en acto al alma por su calor y humedad. Finalmente, por el bautismo de las llamas, elEspíritu Santo vierte el alma y procura la perfección de la vida, pues el fuego confiereforma y todo lo llena, como está dicho: Entonces Yahvé, introdujo en su nariz un hálito de vida, yel hombre, muerto como estaba, se transformó en alma viviente.Los filósofos dan testimonio de estas tres operaciones: el agua protege al feto tres meses enla matriz; el aire lo alimenta durante los tres meses siguientes, y el fuego lo guarda en losúltimos tres meses. El niño no verá el día si estos meses no han transcurrido; sólo entoncesnace y el sol le alimenta, él que revive todo lo muerto. He aquí porque se ha dicho que elEspíritu Santo gracias a la perfección de sus septuples dones, posee, cuando se revuelve enla tierra, siete virtudes.En primer lugar calienta la tierra que estaba muerta de frío y desecada por el calor. Elprofeta a este propósito dice: El fuego empieza a arder por mi obra, y siento que el corazón meabrasa. En el libro de la quintaesencia leemos: ¡El fuego, mediante el calor que penetra y sutiliza,consume las partículas terrestres más materiales e inconsistentes. A medida que es alimentado continúa suacción, buscando imprimir su forma en la sustancia pasiva! Caled Minor añade: ¡Caldead el frío a travésde un calor venido de otra parte! Senior: ¡Colocad al macho sobre la hembra y lo caliente sobre lo frío!En segundo lugar: el espíritu extingue el fuego intenso al amenazar con su propio incendio.El profeta a este respecto dice: Un fuego se enciende en la sinagoga: una llama quema sobre la tierraa los renegados; el espíritu apaga a este fuego en nombre del equilibrio que lo engendra: enrealidad el ardor es producto de un equilibrio. Caled Minor: ¡Apagad el fuego del uno con lafrigidez del otro! Avicena: Lo primero que se libera es el fuego, y este fuego libera una virtud ígnea que esmás dulce y más digna que la de cualquier otro elemento.En tercer lugar: el espíritu reblandece, licúa la dureza de la tierra, disolviendo las partes másdensas y más compactas, como está escrito: La llama del Espíritu Santo funde. Y el profeta: Élenviará su palabra fundente, su espíritu soplará y las aguas fluirán. En el libro de la quintaesencialeemos que el aire abrirá los poros de la tierra para adquirir la virtud del fuego y del agua.En otro lugar se dice: La mujer disuelve al hombre y el hombre fija a la mujer; del mismo modo elespíritu disuelve al cuerpo y lo ablanda, mientras que el cuerpo confiere dureza al espíritu.En cuarto lugar: después de haber ahuyentado las tinieblas el espíritu ilumina, tal y comodice el himno: ¡Disipa las terribles tinieblas de nuestro espíritu e ilumina nuestros sentidos!Y el profeta: Les guió toda la noche con un fulgor de fuego, y la noche resplandeció comoel día. En cuanto a Senior: Blanqueará toda negrura y enrojecerá toda blancura, pues el aguablanquea y el fuego ilumina. Tiene el esplendor del rubí gracias al espíritu de tintura que leprocura la virtud ígnea, es por ello que se le da al fuego el nombre de tintorero. En la Turbade los filósofos está escrito: cuando las nubes habrán blanqueado la superficie, blanquearántambién las partes íntimas. Y Morien: Hemos desterrado la negrura y fabricado la blancuracon el natrón, es decir, con el espíritu.En quinto lugar: el espíritu separa lo puro de lo impuro separando del alma todos losaccidentes así como los vapores que son nocivos y malolientes, como está escrito: El fuegosepara lo heterogéneo para construir lo homogéneo. El profeta: Por el fuego me has inspeccionado y no hasencontrado en mí ninguna iniquidad. Hermes: Separarás lo denso de lo sutil, la tierra del fuego.Alphidius: La tierra se licúa y se transforma en agua, el agua se licúa y se transforma en aire, el aire selicúa y se transforma en fuego, el fuego, a su vez, se licúa y se convierte en tierra glorificada. Razi precisaque el inicio de la preparación perfecta viene precedido por una cierta purificación de loscuerpos que algunos denominan tratamiento, lavamiento e incluso separación. Esteespíritu, cuya función es septuple, separa las partes puras de las partes impuras para que,gracias a las partes puras, la obra se cumpla tras el rechazo de las impuras. A esto hizosecreta alusión Hermes al decir: Separarás la tierra del fuego, lo sutil de lo denso.En sexto lugar: cuando el espíritu conduce a la superficie el alma oculta en las vísceras de latierra, está exaltando lo que está por debajo. El profeta: Eres tú el que ha arrancado mi alma delas profundidades del infierno. Isaías: El espíritu del Señor me ha exaltado. Los filósofos: Cualquieraque manifiesta lo oculto conoce la obra en su totalidad; cualquiera que conoce nuestro cinabrio, nuestrofuego, es nuestro filósofo. Morien: Aquel que habrá elevado su alma contemplará sus colores.Alphidius: Si el vapor no se eleva no te servirá, pues la obra entera pasa por él, con él y en él.En séptimo y último lugar: el espíritu inspira, puesto que transforma el cuerpo terrestre enespiritual, tal y como leemos en este himno: ¡Por tu inspiración, espiritualiza a los hombres!Salomón: El espíritu de Dios ha llenado el universo. El profeta: Todo su poder emana del soplo de suboca. Razi, en la Luz de las luces: Lo pesado no puede ser exaltado más que con la ayuda de lo ligero,lo que es ligero no puede descender más que con la ayuda de lo pesado. En la Turba: Convertid lo corpóreoen incorpóreo, lo sólido en volátil. Nuestro espíritu concluye y cumple esto, pues sólo él puedepurificar lo que ha concebido la simiente impura. ¿Acaso no nos dice la Escritura: Limpiaosy purificaos? Y el mensajero a Naamán: Báñate siete veces en el Jordán y tu carne recobrará su pureza.Hay un solo bautismo para limpiar los pecados, la fe y el profeta son testigos de ello.Que aquel que tenga oídos escuche lo que ha dicho el Espíritu Santo de la doctrina a loshijos de la disciplina acerca de la septuple virtud del Espíritu Santo, que permite elcumplimiento de la Escritura entera; es lo que los filósofos dicen con estas palabras: Destilaen siete ocasiones y apartarás así la humedad corruptora.CAPÍTULO DÉCIMOLA QUINTA PARÁBOLA: ACERCA DEL TESOROQUE LA SABIDURÍA EDIFICÓ SOBRE LA ROCALa Sabiduría ha construido su casa: el que en ella entre será salvado y encontrará sualimento. El profeta así lo atestigua: Se embriagan con la grasa de tu casa, pues un día sobre tusatrios vale por mil ¡Dichosos los habitantes de esta casa! El que en ella pida, recibirá, el quebusque, encontrará: llamad y os será abierta. La Sabiduría permanece siempre en la puertadiciendo: Estoy llamando a la puerta. Si alguien escucha mi voz y la abre, entraré en su casa para quecenemos juntos. ¡Grande es la profusión de tu dulzura, que has reservado para aquellos quepenetren en esta casa: el ojo no la ha percibido, el oído no la ha escuchado, nada hapenetrado en el corazón del hombre! ¡Santidad y larga vida para aquellos que abran estacasa, que tiene sus fundamentos en la roca! Roca que sólo podrá ser partida por la mejorsangre de macho cabrío o por el triple golpe del báculo de Moisés: las aguas brotaránentonces en abundancia y la comunidad entera se saciará, hombres y mujeres no sufriránmás hambre ni sed. Aquel al que la ciencia abrirá su casa encontrará en el interior unafuente inagotable, un agua viva y de juventud, de la que el bautismo extraerá la salvaciónimpidiendo la decrepitud.Pocos son, desgraciadamente, los que son capaces de entrar: ¡son niños, y son conscientesde ello! Cuando hayan comunicado su enseñanza, cuando hayan dominado los tronos delos veinticuatro ancianos, -son dignos de ello y están bien capacitados-, podrán contemplarcara a cara y ojo con ojo la claridad completa del sol y de la luna; sin la ayuda de losancianos, nada podrán hacer. Aquellos que tengan las llaves del reino de los cielos, tendrántodo lo que habrán unido y desunido: ¡así sea! Por dondequiera que vayan, seguirán alcordero.La decoración de esta casa no puede ser descrita: sus vestíbulos y sus muros son del oromás puro, sus puertas resplandecen repletas como están por las perlas y las gemas máspreciosas, y está ornada con catorce piedras angulares que asegurando sus fundamentosdesignan las catorce virtudes.Primera virtud: la salud, de la que el profeta ha dicho: Ella ha sanado los corazones rotos yvendado sus heridas, y los filósofos: El que hace uso de ella persevera en el vigor delcuerpo.Segunda virtud: la humildad, de la que se ha escrito: Porque has puesto los ojos en lahumildad de tu sierva, todas las generaciones me llamarán en adelante bienaventurada. Y elprofeta: El Señor endereza todo lo que está torcido. Aristóteles a Alejandro: Con estapiedra no es conveniente golpear. Y Alphidius: La Sabiduría del hombre humilde alcanzarála perfección.Tercera virtud: la santidad. De ella el profeta ha dicho: debes aspirar a la Santidad y a lamagnificencia en la santificación. Y Alphidius: Has de saber que no podrás adquirir estaciencia hasta que no hayas purificado tu espíritu por Dios y desterrado de tu corazón todacorrupción. La Turba: He renunciado a todo tipo de voluptuosidades, he suplicado a Diospara que me muestre esta agua pura que no es otra cosa que vinagre.Cuarta virtud: la castidad. Respecto a ella leemos: Si la amo, seré puro, cuando la tocaré, seré casto.Su madre es virgen, su padre no ha dormido con ella, ¡por eso es leche de virgen la que leha alimentado! Avicena en los Minerales: Ciertos espíritus astutos utilizan una agua que tiene unnombre: leche de virgen.Quinta virtud: la energía. Se ha dicho de ella que es el ornato del alma. Hermes: Recupera laenergía de los planetas superiores e inferiores, ella penetrará en todo aquello que es sólido.En el tratado sobre la quintaesencia: Jamás admiraré lo suficiente esta energía celeste que lehabéis inspirado e infundido. Juan, en el Apocalipsis: Al vencedor le será dado el manáoculto, el nuevo nombre pronunciado por la boca del Señor. En el libro sobre laquintaesencia: Cuando se haya logrado la piedra de la victoria, enseñaré cómo fabricargracias a ella, a partir de su materia, esmeraldas, jaspes y verdaderas crisolitas, más perfectasy superiores en color, en substancia y en virtud a las piedras naturales.Séptima virtud: la fe. A propósito de la que se lee: Es la fe quien salva; sin ella nadie puedealcanzar la salvación. Tener fe es comprender lo invisible. La Turba: Es invisible como elalma en el cuerpo, y: Dos elementos son visibles, la tierra y el agua, dos invisibles, el aire yel fuego. Pablo: Quien en él crea no será confundido; pero para los no creyentes la piedraes un obstáculo, un peñasco que derriba. Y el Evangelio: El que no cree ya está condenado.Octava virtud: la esperanza, de la que se ha dicho: Una esperanza viva procura la alegría, laesperanza es el garante de un final feliz. Morien: Espera, espera aún y llegarás. El profeta:Fiaos de él, pueblo, siempre, nuestros padres pusieron en él su esperanza y fueronliberados.Novena virtud: la caridad, de la que el Apocalipsis dice: La caridad lo sostiene todo: nadahace torcido, y el evangelista: Amo a aquellos que me aman, amigo mío, pues en ellos elamor no cesa. Y Alfonso: El verdadero amigo, es aquel que no te atormenta cuando todoste ponen faltas, Y Gregorio: La prueba de amor es la revelación de la obra. Job: Todo loque posee el hombre lo cederá a través de su alma, es decir, a través de esta piedra. ¡Quiénsiembra con calma recoge con premura! Para repartir el consuelo, es necesario repartirantes los sufrimientos.Décima virtud: la bondad, de la que se ha dicho: ¿Ignoras que la bondad te lleva alarrepentimiento? Es bueno aquel juez que mide a cada uno según sus obras. La bondad juzgael bien por el mal, el máximo por el mínimo, mientras que el simple bienobrar juzga el bienpor el bien, lo poco por lo poco.Undécima virtud: la paciencia, de la que se ha dicho: ¡Aprehende la paciencia si deseas lavictoria! Y el apóstol: ¡Por la paciencia y por la consolación de las Escrituras poseemos laesperanza! Morien: ¡Que el impaciente aparte sus manos de la obra! Caled Minor: Sonnecesarias tres cosas: paciencia, circunspección y habilidad técnica. Y el apóstol: ¡Sedpacientes, la venida del Señor está cerca!Duodécima virtud: el equilibrio, del que se ha escrito que todo lo alimenta, que todo lofavorece, que es el garante universal de la salud. En tanto que los elementos guardanequilibrio, el alma es feliz en el cuerpo. En caso de discordancia, al alma le horroriza sumorada. El equilibrio es en realidad la mezcla recíproca de los elementos: el frío atemperaal calor, lo húmedo a lo seco. Los filósofos han puesto todo su empeño en evitar todoexceso de uno por defecto de otro, y dicen: Evitad la huida del arcano, evitad que el vinagre seevapore, evitad expulsar al rey y a su esposa por un exceso de fuego, desconfiad de todo aquello que rebase lamesura, ponedlo sobre el fuego de la corrupción, también llamado del equilibrio, hasta la unión espontánea.Trigésima virtud: la disciplina espiritual o inteligencia, de la que el apóstol ha dicho: La letramata y el espíritu vivifica. Renovaos por una transformación espiritual y revestid al hombrenuevo con una inteligencia sutil. Si vuestra inteligencia es espiritual, conoceréis el espíritu.¡Que cada uno de vosotros examine su propia obra, que examine si sirve a la perfección o ala destrucción! El hombre recoge según siembra. ¡Oh, la legión de aquellos que nocomprenden las proposiciones de los sabios! Es su necedad la que les ha hecho perecer: lesha faltado la inteligencia del espíritu, y no han encontrado otra cosa que fatalidades.Decimocuarta piedra: la obediencia, de la que se ha escrito: ¡Sed obedientes con vuestrossuperiores hasta la muerte como Cristo ha sido obediente con su padre! Obedeced los preceptos y losdichos de los sabios y todas sus promesas cederán ante vosotros realizándose con elasentimiento del Señor Dios.¡Que aquel que tenga oídos escuche lo que ha dicho el espíritu de la doctrina a los hijos dela disciplina, a propósito de esta casa que la Sabiduría ha basado en catorce piedrasangulares y que veinticuatro ancianos abrirán con las llaves del reino de los cielos! Senior asílo declara en el prólogo de su libro, en el que explica lo que es el águila del tejado, y cuálesson las figuras que presentan las distintas propiedades sobre los muros laterales. Alphidiusha hablado en su libro de la casa del tesoro, que cuatro llaves pueden abrir, las llaves de loscuatro elementos.CAPÍTULO UNDÉCIMOLA SEXTA PARÁBOLA: EL CIELO, EL MUNDO,Y LOS LUGARES DE LOS ELEMENTOSAquel que es de la tierra es terrestre y habla en terrestre; aquel que viene del cielo lo excedetodo. La tierra es considerada el principio de los elementos y los cielos designan loselementos superiores. Conviene hablar de la tierra y del cielo, puesto que el cielo obra en latierra desde el principio y la tierra es la madre de los distintos elementos, como declara elprofeta: Después de largo tiempo has fundado la tierra, y los cielos son obra de tus manos; los cielos,que no son otra cosa que agua, aire y fuego. Después de su muerte los elementos seseparan de la tierra y vuelven a ella para ser vivificados. Esto es así ya que el agente de lacomposición de un cuerpo es también el lugar de su resolución, así lo testifica la santapalabra: El hombre es ceniza, y en ceniza se convertirá. Ceniza que los filósofos han aprendido amezclar con el agua permanente y que es el fermento del oro. Su oro es el cuerpo, es esatierra que Aristóteles ha llamado coagulante porque coagula el agua.Es esa tierra de la santa promesa en la que Hermes ordenó que se sembrase el oro para quesurgiera de ella una lluvia de vida, una agua que calienta; por ello dijo Senior: Cuandoquisieron extraer esta agua divina, que es fuego, la calentaron gracias a su fuego que es agua, y el fuego fueregulado hasta su término, y finalmente lo escondieron a causa de la necedad de los insensatos. En efecto,los filósofos juraron que jamás hablarían claramente de él en ninguno de sus escritosdejando en manos del Dios de gloria el cuidado de revelarlo o esconderlo a quien él quiera:Él que encierra gran sabiduría y los oscuros misterios de los sabios. Cuando el calor de estefuego alcance la tierra, antes de recuperar su primera forma terrestre, esta tierra serádisuelta, empezará a hervir y a transformarse en vapor. Esta agua ha movido la tierra y loscielos se han fundido por encima de ella, se han expandido suavemente por todo el mundoy han narrado con ello la gloria de Dios. Gloria que sólo conoce aquel que comprendecomo los cielos han sido hechos de tierra, y como la tierra permanece en la eternidadmientras los cielos se funden sobre ella; así lo testifica el profeta: Eres tú el que ha puesto latierra sobre sus bases, inconmovibles por los siglos de los siglos. Desde la profundidad la cubres comovistiéndola. Las aguas, el aire ígneo, se mantienen sobre las montañas y los pájaros del cieloharán de ellos su morada. Los elementos superiores darán de beber a la tierra para que sesacie del fruto de sus obras.De este modo los siete planetas han hundido sus raíces en el centro de la tierra deponiendosus energías. La tierra es agua que hace germinar toda suerte de colores y frutos, produce elpan, el vino que llena de alegría el cuerpo del hombre, la hierba para las bestias y las plantaspara el uso de los humanos. Esta tierra creó la luna para marcar el tiempo, porque el sol selevantó temprano cuando hubo pasado el Sabbath para seguir la tiniebla que pusiste sobrela tierra antes de su despertar: fue la noche. Esta noche será recorrida por todas las bestiasde los bosques con el límite de no traspasarla hasta la albura. En esta orden perseveraránhasta la rojez, pues todo está al servicio de la tierra. Todos aquellos que la recorreránvivirán hasta setenta años porque la tierra lo contiene todo por el verbo de su divinidad,como está escrito en la Turba de los filósofos: Ponderosa, la tierra lo tiene todo, sirve defundamento al cielo entero, pues reveló su aridez cuando los elementos fueron separados. Entonces seformó un libre pasaje en el mar Rojo, mar grande y espacioso que debilitó la roca de la quebrotaron las aguas metálicas. Pues los ríos que regocijaron la ciudad de Dios handesaparecido en la arena seca.Aquel que es mortal habrá entonces revestido la inmortalidad, y la corrupción aquel que viola incorruptibilidad. En el universo se cumplirán las palabras de la Escritura: La muerte hasido engullida por la victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? Allí donde el pecado se hamultiplicado, la gracia ha superabundado. Así como todos mueren en Adán, así todosrevivirán en Cristo, pues habiendo la muerte venido de un hombre, es por un hombre,Jesús, que llega la resurrección de los muertos. Adán y sus hijos han tomado su principio delos elementos corruptibles por lo que necesariamente el compuesto se corrompe; elsegundo Adán se llama hombre filosófico nacido de los elementos puros para pasar a laeternidad: lo que consiste en una esencia simple y pura, permanece eternamente. Es Seniorquien lo ha dicho: Existe una sola cosa que jamás muere, pues persevera en un perpetuo aumentocuando el cuerpo ha sido glorificado después de la resurrección de los muertos en el último día: la fe datestimonio de la resurrección de la carne y de la vida eterna después de la muerte. Entoncesel segundo Adán dirá al primer Adán y a sus hijos: Venid los benditos de mi padre, recibid enherencia el reino que os ha sido preparado después del inicio de la obra, comed de mi pan y bebed del vinoque os he preparado, pues todo está a punto para vuestra venida.Que aquel que tenga oídos escuche lo que ha dicho el espíritu de la doctrina a los hijos dela disciplina, acerca del Adán terrestre y del Adán celeste, a lo cual los filósofos aluden conestas palabras: Cuando poseerás el agua que brota de la tierra, el aire que brota del agua, el fuego del airey la tierra del fuego, poseerás la plenitud y perfección de nuestro arte.CAPÍTULO DUODÉCIMOLA SÉPTIMA PARÁBOLA: LA CONVERSACIÓN DE LOS DOS AMANTESLa amada.- ¡Vuélvete hacia mí con todo tu corazón, no me repudies por lo negra y curtidaque estoy! ¡Es el sol quien me ha quemado, y las profundidades las que han cubierto mirostro!Por mis obras la tierra ha conocido la infección y la deshonra y ha sido dominada por lastinieblas. ¡En el barro del abismo me hundo y mi sustancia aún no ha sido abierta! Desde loprofundo he gritado, desde la profundidad de la tierra he clamado hacia todos vosotros, losque atravesáis el camino. Prestad atención, miradme, y si alguien ve algo semejante a mí leserá donada la estrella de la mañana. En la noche, sobre mi lecho, he buscado el consuelosin encontrarlo. He gritado y no he recibido ninguna respuesta.El amado.- Me levantaré. Entraré en la ciudad. En las calles, por las plazas, iniciaré labúsqueda de una esposa, virgen púdica, bella de rostro y de cuerpo bien formado, bienvestida. Ella moverá la piedra que cierra la entrada de mi tumba. Ella me dará alas como ala paloma, con ella volaré hasta los cielos, y diré: ¡Eternamente vivo en ella, en ella descanso, ypermanece a mi derecha bajo el oro de Ofir! Escucha, hija mía, mira y pon oído a mis súplicas: contodo el deseo de mi corazón he buscado tu belleza.En mi lengua he dicho: Revélame mi fin y la medida de mis días, conozco mi fragilidad,pues de un palmo has hecho mis días y ante ti mi sustancia no es nada. Eres tú quienentrará en mi oído y recorrerá mi territorio, y seré revestido con traje de púrpura surgida denuestra unión. Como el esposo que sale de su estancia me acercaré. Me ornarás con gemasprimaverales y rutilantes, me vestirás con hábitos de salvación y gloria para dejar fuera decombate a todas las naciones y a todos los enemigos, me ceñirás una corona de oromarcada con el signo de la santidad, me rodearás con una túnica de justicia, me darás enprenda tu anillo y me calzarás sandalias de oro. Esto es lo que ella hará, mi amiga, perfecta,en su gran belleza, en su hechizo. ¡Oh dulzura, a ella, a quien han visto y celebrado las hijasde Sión, reinas y concubinas! ¡Oh reina de lo alto, ven, acude, amiga y esposa, dí a tu amadoquien eres, revélame tus cualidades y tu grandeza! Por Sión no te callarás, al amparo deJerusalén no dejarás de hablarme, pues tu amado percibe tus palabras.La amada.- ¡Oíd esto naciones, escuchad, habitantes de la tierra! Mi amado rubicundo hahablado. Ha suplicado y ha sido escuchado. Yo soy la flor de los campos y el lirio de losvalles, soy la madre del bello amor, del conocimiento y de la santa esperanza. Soy el viñedodel fruto perfumado, mis flores son flores de honor y honradez, soy el lecho en el quedescansa mi amado, sesenta héroes le rodean, espada en el costado, luchando contra losterrores de la noche. Bella soy y sin mancha alguna, miro por las ventanas y espío por lacelosía a mi bien amado, hiero su corazón con una sola ojeada y con un solo cabello de minuca. Soy el perfume de los ungüentos, y el mejor de los perfumes, cinamomo, bálsamo ymirra escogida. Soy la más casta virgen, me despierto como la aurora, enrojecida, elegidacomo el sol y bella como la luna, sin lo que está detrás del velo. Soy cedro erguido y ciprésde la montaña de Sión, corona en la que se ceñirá mi bien amado el día de mis nupcias, eldía de la unión, pues mi nombre es un frasco de perfume derramado. Honda de David cuyapiedra ha arrancado el gran ojo a Goliath abatiendo su cabeza. Cetro de la casa de Israel yllave de Jessé: ella abre y nadie cierra, ella cierra y nadie abre. Viñedo elegido al cual el padrede familia envió a los obreros, en la primera, en la segunda, en la sexta, en la novena hora,diciendo: ¡Id también a mi viñedo, y os daré un sueldo equitativo a la duodécima hora!Tierra de la promesa santa, en la que leche y miel fluyen, y que a su tiempo produce losfrutos más suaves.También los filósofos han recomendado sembrar en mí su oro, su plata, su grano que nadaconsume. Si el grano no cae sobre mí y no muere, quedará solo. Si muere, traerá multitudde frutos. Tres veces más y mejores por tres razones. Primera: el grano caerá en una buenatierra, una tierra de perlas. Segunda: caerá en una tierra mejor, una tierra repleta de hojas.Tercera: caerá en la mejor de las tierras, una tierra de oro: ¡entonces, por mil veces serámultiplicada la cosecha! Los frutos de este grano servirán para cocer el pan de vida queviene del cielo. Quien coma de este pan será saciado para siempre; de este pan comerán lospobres y serán saciados, loarán al Señor aquellos que lo buscan y sus corazones vivirán parasiempre jamás. Yo doy y no quito, yo nutro y nunca pierdo energía, protejo y jamás tengomiedo. ¿Qué le diré a mi bien amado? Soy la mediadora de los elementos, reconcilio loscontrarios. Enfrío aquello que está caliente, y viceversa. Humedezco lo que está seco, yviceversa. Reblandezco lo que está duro, y viceversa. Soy el término medio. Mi bien amadoes el principio. En mí se ocultan la obra y toda la ciencia, la ley en casa del sacerdote, lapalabra en casa del profeta, el consejo en casa del sabio. Yo daré la vida y daré la muerte: demi mano nadie se escapa. A mi bien amado tiendo mis labios, él cierra los suyos contra mí,él y yo formamos un sólo ser, ¿quién nos separará del amor? Nadie, ninguna fuerza.¡Nuestro amor es fuerte como la muerte!El amado.- ¡Oh bien amada, amada más que amada, dulce es tu voz y melodiosa: tu perfumerebasa el de los más ricos ungüentos. Qué bello es tu rostro! ¡Tus pechos más bellos que elvino, esposa mía, mi hermana, tus ojos piscinas de Hesebón, tu cabellera oro y tus mejillasmarfiles! ¡Tu vientre cráter redondeado dónde el vino no escasea, tus vestidos más blancosque la nieve y más claros que la leche, más rojos que un viejo marfil, tu cuerpo es porentero deleitable y deseable! Hijas de Jerusalén, acudid y ved, explicad lo que habéis visto,decid qué haremos con nuestra hermana, ¡ella es pequeña y sus pechos aún no estánformados en el día del reencuentro! ¡En ella depositaré toda mi fuerza, cogeré sus frutos ysus senos serán como racimos de uva! ¡Acércate mi amada, iremos a tus campos, nosdetendremos en tus granjas, por la mañana subiremos al viñedo, pues la noche ya termina yel día está próximo! ¡Miremos si el viñedo está cargado y si las flores traen sus frutos! Allíconfiarás a mis labios tus senos; por ti he guardado todos mis frutos, los nuevos y losviejos. Disfrutaremos de ellos, usaremos nuestros bienes con el ardor de la juventud.¡Embriaguémonos con vino y perfumes, no dejemos pasar ninguna flor sin que nos hayaservido de corona! ¡Los lirios, las rosas, antes de que se marchiten! ¡Ningún prado seescapará de nuestra orgía! ¡Nada faltará! Por todas partes dejaremos signos de unión, puesella es parte de nosotros. Gozaremos de nuestra cópula de amor y gritaremos en el gozo denuestra danza: ¡Ved que dulce es, que agradable es cohabitar dos en uno! ¡Levantad puestres tiendas para nuestro uso, la primera para ti, la segunda para mí, la tercera para nuestroshijos! ¡Una cuerda triple resiste más!Que aquel que tenga oídos, escuche lo que ha dicho el espíritu de la doctrina a los hijos dela disciplina acerca de la conversación de dos amantes. Él sembró su simiente para hacermadurar un triple fruto, sobre el cual Calid, el autor de las tres palabras, dice: Estas son lastres preciosas palabras que ocultan el secreto de la ciencia entera, palabras que es necesario confiar a lospiadosos, es decir, a los pobres, desde el primero hasta el último de los hombres.
 

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