Psicología

Centro MENADEL PSICOLOGÍA Clínica y Tradicional

Psicoterapia Clínica cognitivo-conductual (una revisión vital, herramientas para el cambio y ayuda en la toma de consciencia de los mecanismos de nuestro ego) y Tradicional (una aproximación a la Espiritualidad desde una concepción de la psicología que contempla al ser humano en su visión ternaria Tradicional: cuerpo, alma y Espíritu).

“La psicología tradicional y sagrada da por establecido que la vida es un medio hacia un fin más allá de sí misma, no que haya de ser vivida a toda costa. La psicología tradicional no se basa en la observación; es una ciencia de la experiencia subjetiva. Su verdad no es del tipo susceptible de demostración estadística; es una verdad que solo puede ser verificada por el contemplativo experto. En otras palabras, su verdad solo puede ser verificada por aquellos que adoptan el procedimiento prescrito por sus proponedores, y que se llama una ‘Vía’.” (Ananda K Coomaraswamy)

La Psicoterapia es un proceso de superación que, a través de la observación, análisis, control y transformación del pensamiento y modificación de hábitos de conducta te ayudará a vencer:

Depresión / Melancolía
Neurosis - Estrés
Ansiedad / Angustia
Miedos / Fobias
Adicciones / Dependencias (Drogas, Juego, Sexo...)
Obsesiones Problemas Familiares y de Pareja e Hijos
Trastornos de Personalidad...

La Psicología no trata únicamente patologías. ¿Qué sentido tiene mi vida?: el Autoconocimiento, el desarrollo interior es una necesidad de interés creciente en una sociedad de prisas, consumo compulsivo, incertidumbre, soledad y vacío. Conocerte a Ti mismo como clave para encontrar la verdadera felicidad.

Estudio de las estructuras subyacentes de Personalidad
Técnicas de Relajación
Visualización Creativa
Concentración
Cambio de Hábitos
Desbloqueo Emocional
Exploración de la Consciencia

Desde la Psicología Cognitivo-Conductual hasta la Psicología Tradicional, adaptándonos a la naturaleza, necesidades y condiciones de nuestros pacientes desde 1992.

domingo, 12 de marzo de 2023

BARCINO IDENTITARIO: PUIG D’OSSA, LA ERMITA DE SANT PERE MÀRTIR

BARCINO IDENTITARIO: PUIG D’OSSA, LA ERMITA DE SANT PERE MÀRTIR “Es posible que los Antiguos, que ignoraban el alpinismo o bien conocían sólo unas formas rudimentarias, y por consiguiente concebían la montaña recubierta por una inaccesibilidad e inviolabilidad reales, precisamente por esto se vieron abocados a aprehenderla como símbolo y elemento de espiritualidad trascendente. Hoy, cuando la montaña se ha conquistado físicamente y pocas son las cumbres que todavía invioladas por el hombre, es importante hacer que esta conquista no equivalga a una profanación ni a una «caída» de significado”. Julius Evola, “Espiritualidad de la Montaña”, 1936. «El arte sagrado es el vehículo del Espíritu divino; la forma artística permite asimilar directamente (…) las verdades trascendentes y suprarracionales, (…) la finalidad del arte consiste en revelar la imagen de la Naturaleza divina impresa en lo creado, realizando objetos visibles que sean símbolos del Dios invisible». El arte concebido de esta forma posee «un valor cuasi sacramental» y, en este sentido, una iglesia «no es simplemente un monumento, es un santuario, un templo». Su finalidad no es solamente la de «reunir a los fieles, sino la de crear para ellos un ambiente que permita a la Gracia manifestarse mejor». Jean Hani, “Simbolismo del Templo Cristiano”, 1962 En estos tiempos oscuros en los que vivimos, nadie diría hoy que una humilde montaña de apenas 400 metros de altitud sobre el nivel del mar -399 metros para ser más exactos-, ubicada entre los municipios de Barcelona y Esplugues de Llobregat, unos siglos atrás fuera un importante centro sagrado, espiritual y religioso, protagonista de infinidad de romerías y procesiones al menos hasta la primera mitad del siglo XX, pero también, dado el lugar estratégico en el que está asentada, de un alto interés militar -protagonista de fortísimos enfrentamientos bélicos sobre todo en el siglo XIX-, como finalmente también para la ejecución de obras de ingeniería civil, como luego veremos. Nos centraremos principalmente en el edificio sagrado que se construyó en el primer cuarto del siglo XVII por los monjes dominicos en honor a Sant Pere Màrtir (1), aguerrido monje medieval famoso por su lucha contra la subversión herética telúrico-demoníaca del Catarismo, repugnante y ginecocrática pseudo-religión dualista negadora de la sacralidad del mundo manifestado (los hippies de la época como muy bien calificó a esta chusma Ernesto Milá); este Santo fue bárbaramente asesinado en el siglo XIII, y hoy considerado Protomártir de la Orden de los Dominicos; su nombre fue con el que finalmente se rebautizó a esta montaña sagrada -hasta entonces conocida como Mont d’Orsa o Puig d’Ossa desde hacía más de un milenio-, a esta verdadera atalaya de la comarca del Barcelonès, mejor dicho, repartida su ubicación entre las comarcas del Barcelonés y del Baix Llobregat para ser más preciso. Como muestra del gran fervor popular que antaño despertaba la cima de este enclave sagrado y de su ermita, reproducimos a continuación íntegramente un texto escrito por el Baró de Maldà a finales del siglo XVIII como testigo impresionado por las mismas: «La Gran Concurrència Popular, à fer bon dia, es la de Barcelona cap a Sarrià, amunt à la Torre dels Frares de Santa Catharina, y desde allí dalt à la hermita de Sant Pere Màrtir, sobre só montanya; à la part de llevant, y à la part de Ponent, y mitjorn del Poble de Esplugas, que hi puja en lo mati, sa Professo, y cantàr en aquella Capella de Sant Pere Màrtir un ofici, visitada que es la dita Hermita, y en especial Sant Pere Màrtir en tota aquella marina, y dels Pobles de Hospitalet, y Cornellà; de una part, y altre del riu Llobregat; de Santboy; Sant Feliu; Sant Joan de Espí; Molins de rey; Sant Just de Esvern etc, ab divertiment de balladas en la tarde alli dalt à la Montanya de Sant Pere Màrtir, y desde alli vaxant tothom homens. y donas; Jovens, y minyonas; Grans, y xichs, una estona antes de narsen à retiro en la Plasa del Poble de Esplugas ab molta alegria, y satisfacció, despues de haverse tots de alló ben atipat de Custellas, y de vi. y de ballàr alli dalt devant de la Hermita de Sant Pere màrtir, solent haverhi alguna taula de rusquillas, y mustatxonis; marchandisa de paquet de semblants duendes, que no dexan de acudir en semblants aplechs a fora» (2). Hoy en día, la cima de este cerro es visitada por senderistas, corredores, excursionistas, ciclistas, no faltando tampoco auténticos deshechos y alimañas subhumanas que convierten en un estercolero todo aquello por donde pasan; pero desgraciadamente las procesiones y romerías brillan precisamente por su ausencia en esta época disoluta y antisagrada de postmodernidad luciferina y de grotesco parodismo contratradicional. «En la montaña el turista viene a buscar un panorama, el pensador encuentra un libro inmenso», decía Víctor Hugo; es lo que diferencia de manera radical y absoluta al moderno subhumano democrático, postmoderno y transhumanista, carente por completo de un Eje y de una Guía existenciales, puro esclavo del Devenir y de sus enfermizas pasiones, del Hombre de la Tradición, de los buscadores de Tradición para los que fundamentalmente lo importante es el Ser. NO SEGUIMOS A LOS ANTIGUOS, BUSCAMOS LO QUE ELLOS BUSCARON… Los orígenes de esta ermita datan inicialmente del año 1610 cuando una feligresa dona una torre heredada a la parroquia de Sarriá (3), concretamente a los padres predicadores dominicos del convento de Santa Catalina -construcción gótica de la Barcelona del S. XIII, destruida en 1837 por la demoníaca desamortización liberal-, iniciándose casi de inmediato la construcción de la ermita levantada en honor de su Santo Patrono y Mártir. Dicha ermita fue testigo de innumerables episodios guerreros, la Guerra de los Segadores (1940-52), la invasión napoleónica y la consiguiente Guerra de la Independencia (1808-14), sufriendo la primera gran profanación por parte de la odiosa basura liberal e ilustrada, que robaron la imagen del santo para luego venderla; las tres Guerras Carlistas a lo largo del siglo XIX, las revueltas populares de 1856, hasta llegar a la Cruzada de Liberación Nacional de 1936-39. Lo cierto que pocos años después de su construcción comenzó la militarización de la montaña dado su alto valor estratégico, así como de la fortificación de este espacio de culto, curiosamente produciéndose una simbiosis entre lo ascético y lo castrense, entre la Religión y la Milicia, como en los mejores tiempos de aquellos dos grandes Ciclos Heroicos que fueron el Medievo y nuestro Siglo de Oro con sus Órdenes caballerescas, sus Hermandades viriles, sus construcciones sagradas y sus “Cruzadas de Heroísmos y de Imperio” (F. Yzurdiaga). A finales del siglo XVIII (1792), finalmente los monjes dominicos decidieron abandonar la ermita transformándose casi de inmediato en una fortificación con una destacada presencia militar, prácticamente desde la Guerra de Sucesión (1701-14/15) hasta la Cruzada de Liberación Nacional, guerra esta última donde las hordas rojas instalaron por los alrededores baterías antiaéreas y búnkeres; hoy en día podemos visualizar un par de ellas cerca de la cima de la montaña. La cima de este cerro era un lugar privilegiado desde el que se visualizaba a la perfección la entrada a Barcelona, desde ahí se podía controlar las vías de comunicación entre el río Llobregat y la ciudad de Barcelona, de ahí la gran importancia que esta montaña tuvo desde el punto de vista militar y geoestratégico. En 1848 se construyó una torre de telegrafía óptica militar adosada a la ermita -transformada ésta en fortín-, siendo destruida en la revueltas populares de 1856, ello tras los graves conflictos que hubieron tras decretarse la primera huelga general de la historia de España (1855). Dicha torre de telegrafía pertenecía a la línea de la costa Barcelona-Valencia y a la línea interior de Barcelona-Lérida, ello junto a otras torres de telegrafía óptica militar como las de Montjuïc, el Ordal, el Puiggraciós y Martorell (3). Llegamos al siglo XX, y fue en 1918 cuando se planeó la construcción de un funicular y un restaurante para la repelente y ególatra burguesía de la época, la profanación de la montaña en definitiva, algo muy parecido a lo que inicialmente se proyectó en la cima del Tibidado hasta la construcción del fascinante Templo Expiatorio de España que hoy podemos admirar y con el que nos podemos deleitar, obra del insigne arquitecto modernista -y sagrado- Enric Sagnier, y profetizada por el gran monje italiano San Juan Bosco. Por suerte ambas profanaciones antitradicionales y titánico-demoníacas fueron frenadas a tiempo, aunque hay que reconocer que entonces los tiempos no estaban aún demasiado maduros para el desencadenamiento definitivo de las potencias infernales, eso llegaría después de la Derrota Mundial de 1945 con el agónico final de la Edad de los Héroes y el advenimiento de las hordas de Gog y de Magog: “Hoy las hordas de Gog y de Magog representan en última instancia a las masas sin rostro, al Reino de la Cantidad, a la humanidad colectivizada y materializada, al anti-Estado afirmado por el frente de la subversión mundial. La época moderna -la época del “progreso”- ha conocido su emergencia como una marea, su destrucción sistemática de todas aquellas instituciones basadas en un superior principio de soberanía, jerarquía y autoridad, su escalamiento de las estructuras de un Estado degradado, su tender al dominio de la tierra. Y la “última batalla” de la leyenda con su enigmático resultado es sumamente menos una ficción apocalíptica que una realidad de aquello que un futuro no muy lejano con seguridad nos reserva” (Julius Evola). En 1926 se proyectó la reconstrucción de la ermita, ahora de estilo a medio camino entre el neobarroco y el neoclásico, obra del arquitecto Nicolau M. Rubió Tudirí, patrocinada por el Ayuntamiento de Esplugues de Llobregat conjuntamente con un grupo de feligreses y nuevamente los padres dominicos. El acto simbólico de la colocación de la primera piedra tuvo lugar en Junio de 1926 tras una procesión multitudinaria hasta la zona, la baronesa de Güell fue la encargada de ello, pero finalmente la obra no llegó a llevarse a cabo por motivos que desconocemos, como también desconocemos el lugar exacto donde tuvo lugar el acto ritual y simbólico de la colocación de esa primera “piedra del fundamento”, hay muy pocas fotografías de la época, más bien escasas. Con el estallido de la Cruzada de 1936 se instaló una estación radio telefónica, y tras la finalización de la misma, ya en 1959-60, en plena vorágine desarrollista, consumista y tecnócrata -titánica en definitiva- (4), se levantó sobre las ruinas del fortín y de un asentamiento ibero-layetano que estaba cerca, una torre de repetición que a día de hoy aún está operativa, conocida popularmente como “la emisora”; estamos, pues, ante una perfecta representación de lo que es la fealdad antiestética, antiartística y antisagrada de la modernidad, esencialmente profana y profanadora; una perfecta representación de la Edad Oscura o Kali Yuga: “El mundo ha cambiado. Lo siento en el agua. Lo siento en la tierra. Lo huelo en el aire. Mucho de lo que una vez fue está perdido. Porque nadie vive ahora que lo recuerde” (J.R.R. Tolkien). Sobre las ruinas de la mítica Ermita de Sant Pere Mártir, en el año 2005 el “Centro Excursionista de Espluga Viva” instaló una placa conmemorativa tras una caminata popular (hoy ya no se llevan las procesiones ni las romerías, queda demasiado “retrógrado” y “anacrónico” en este mundo infrahumano y satanizado hasta la médula), dignificándose así, en cierto modo, el lugar y la cima; en síntesis, un espacio para una verdadera “Memoria Histórica” (ahora que tanto se habla de ello de forma tan torticera como abyecta por las ratas del Sistema), pero también para el respeto, el recuerdo y, lo que es más importante, para la oración. FUERZA HONOR Y TRADICIÓN Joan Montcau NOTAS: 1).- La festividad de San Pedro Mártir se celebra el 29 de Abril. Fue canonizado por el Papa Inocencio IV el 9 de Marzo de 1253, sólo 337 días después de su vil asesinato, convirtiéndose en el santo más rápidamente canonizado de la Iglesia Católica. 2).- «La Gran Concurrencia Popular, en buen día, es la de Barcelona hacia Sarrià, arriba a la Torre de los Frailes de Santa Catarina, y desde allí arriba a la Ermita de San Pedro Mártir, sobre la montaña; a la parte de levante, y a la parte de poniente, y por medio del pueblo de Esplugas, que sube en la mañana, en procesión, y cantó en aquella Capilla de San Pedro Mártir un oficio, visitada que es dicha Ermita, y en especial San Pedro Mártir en toda aquella marina, y de los Pueblos de Hospitalet, y Cornellà; por una parte, y otra del río Llobregat; de Santboi; San Félix; San Juan de Espí; Molinos de Rey; San Justo de Esvern, etc, con divertimento de bailes en la tarde allá arriba a la Montaña de San Pedro Mártir, y desde allí bajando a todos hombres y mujeres; jóvenes, y criadas; grandes, y chicos, un rato antes de descansar en la Plaza del Pueblo de Esplugas con mucha alegría, y satisfacción, después de haberse puesto todos bien hartos de costillas, y de vino, y de bailar allá arriba delante de la Ermita de San Pedro Mártir, soliendo haber alguna mesa de rosquillas, y mostachones; mercadería de paquete de semejantes duendes, que no dejan de acudir en semejantes aplechs fuera». 3).- Precisamente sobre la cima de esta otra montaña sagrada que está a la entrada de Martorell, por cuya falda pasa el río Llobregat (Rubricatus), y sobre la que se encuentra Torre Fossada -otra torre de telegrafía óptico-militar-, es donde hace unos años se fundó de forma ritual la Hermandad Totalitaria Barcino/Rubricatus; a continuación reproducimos un texto ya publicado en un artículo anterior hace algo más de un año (“Barcino Identitario: RUBRICATUS”): Torre Fossada, según algunos cronistas fue aquí donde hubo el «último punto de resistencia» de la chusma republicana durante nuestra Cruzada cuando las tropas nacionales avanzaron sobre Cataluña, el 24-II-1939. Sitio doblemente emblemático aún para la Hermandad… REFLEXIONES EXISTENCIALES PARA LA MEDIANOCHE DEL KALI-YUGA, FRATRÍA Y REVOLUCIÓN TRADICIONAL (texto leído sobre el Rubricatus un día del Año de Cristo MMXV, LXXIX de la Era del Triunfo): «Hay hombres que trabajan silenciosamente para el adviento de esa mansedumbre, para la epifanía de lo que ahora nos es desconocido. Ellos, sin saber, comprenden. Esperan el despertar de lo sagrado cuando la noche cerrada ya no pueda ser más oscura. Hasta acá, la Edad Sombría es tan siniestra por lo que muestra como benévola por lo que oculta: su fealdad está a la vista, y el grado de lo monstruoso no se nos retacea e irá en aumento, pero también la belleza que promete está por verse. Tal vez, la realidad por venir precise no sólo un lenguaje transparente para ser nombrada sino, en primera instancia, un cuerpo trascendente para ser vivida. Porque esa trascendencia asumirá el modo de una transparencia tan pronto en los signos de lo profundo se perciba el sentido de la altitud, no como una especulación de la conciencia y menos como un espejismo del inconsciente, sino, ante todo, como una Iluminación del espíritu» (Ernesto Fernando Iancilevich, “La Edad Sombría”). 4).- El gran escritor falangista Rodrigo Royo (1922-82), héroe de la División Azul, definió a la perfección la cosmovisión criminal y deshumanizada de la demencia tecno-demoplutocrática, concretamente en su obra de 1976 “El Sepulturero”, figura simbólica y metapolítica con la que identificaba al repulsivo tecnócrata y a su tan destructiva como asesina “eficacia” de la que tanto presumía, ser inmundo enemigo de la Belleza, del Orden, de la Armonía, del Arte, de la Naturaleza: “Voy a enterrar la luz, el mar, los pájaros, las flores, la juventud, las ilusiones, el amor, la caridad, los principios. Voy a enterrar la revolución, la sangre, el sacrificio, las promesas, la dignidad, el honor. Y también voy a enterrar a niñas de dorados cabellos y de oscuras melenas, a las mariposas, a la poesía, al futuro y las banderas victoriosas…”. Así está España en nuestros penosos días… Artículo*: septentrionislux Más info en frasco@menadelpsicologia.com / Tfno. & WA 607725547 Centro MENADEL (Frasco Martín) Psicología Clínica y Tradicional en Mijas Pueblo #Psicologia #MenadelPsicologia #Clinica #Tradicional #MijasPueblo *No suscribimos necesariamente las opiniones o artículos aquí compartidos. No todo es lo que parece.
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