QUANTA CURA: CAMINO LEBANIEGO 2023

«Caminar es la mejor medicina para el hombre».

Hipócrates de Cos

«Europa nació de la Peregrinación».

Johann Wolfgang von Goethe

“Es muy fácil andar por el camino que lleva a la perdición, porque es un camino ancho. ¡Y mucha gente va por ese camino! Pero es muy difícil andar por el camino que lleva a la vida, porque es un camino muy angosto. Por eso, son muy pocos los que lo encuentran”.

Mateo 7:13-14

Los días 21, 22 y 23 de Abril, varios camaradas de la Hermandad “Quanta Cura Regnum Europa” efectuaron una peregrinación en Santander desde San Vicente de la Barquera hasta el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, un total de 72 km repartidos en tres etapas, la segunda de especial dureza por el gran desnivel positivo acumulado, más de 1500 metros de desnivel positivo en total; peregrinación a la que los camaradas del la Hermandad Totalitaria Barcino/Rubricatus fuimos invitados. Ha sido un verdadero honor haber participado y compartido tan espléndidas jornadas con los camaradas de esta auténtica Männerbund católica, identitaria y tradicionalista, devolviendo, por otro lado, la visita que ellos nos hicieron en Barcelona el fin de semana correspondiente a los días 25, 26 y 27 de Noviembre del año pasado, inolvidables jornadas también con peregrinación incluida al Templo Expiatorio de España del Tibidabo, además de las visitas que hicimos a los Mártires y Caídos en los bellos cementerios de San Andrés y de Montcada. Han sido tres días muy intensos, agotadores incluso, combinando Espiritualidad, Naturaleza, Camaradería y Espíritu de Servicio y de Sacrificio, Formación y Tradición, participando todos de una misma Concepción y Visión Sagrada del Mundo. Weltanschauung y Männerbund son nuestros paradigmas e Ideas-Fuerza contra la cosmovisión demoníaca del mundialismo plutocrático y la perversa y tiránica sociedad de lo “políticamente correcto”, así como la odiosa dictadura del asqueroso “pensamiento único” del globalismo demoliberal, democrático y sionista de la satánica Agenda-2030. Hasta un próximo reencuentro en algún otro punto de la sagrada Patria de nuestros Ancestros y Antepasados. Seamos ese “núcleo que represente la salvaguarda de lo permanente”, tal como demandaba el gran Caudillo rumano Corneliu Zelea Codreanu en los años 30 del siglo pasado antes del estallido de la II Gran Guerra (1939-45), y que el Caudillo y Generalísimo Franco también nos demandaba -casi con esas mismas palabras 40 años después-, en 1975 ante una concentración de jóvenes camaradas del Frente de Juventudes, aquella auténtica escuela formativa única y ejemplar en toda la historia de la Europa contemporánea; una verdadera Hermandad viril que aunaba espíritu de Camaradería, de Servicio, de Sacrificio y culto a la sagrada Tierra de los Padres, de nuestros gloriosos Antepasados, y cuya máxima era: ¡¡¡VALE QUIEN SIRVE!!!… Sin duda estamos ya en el “final de los tiempos” anunciados por el Apocalipsis de San Juan, en la avanzada medianoche del Kali-Yuga o Edad Ocura; el Grial permanece oculto para la gran mayoría ciega de espíritu como está, la Espada purificadora y rectificadora está rota y a la espera de la llegada del Héroe Salvador y Vengador que la restaure, el Árbol Seco así seguirá hasta que llegue el Emperador Sagrado que lo haga reverdecer; el mundo gime y sufre ante los poderes de las hordas oscuras de Mordor, de Mordred, del Anticristo, que sueñan con esclavizar por completo a la humanidad y destruir la creación toda con su demoniaca y globalizada tiranía; pero como nos señala la Tradición y todos sus textos sagrados, “cuando los ritos enseñados en los textos tradicionales estén a punto de desaparecer, y el término de la Edad Sombría esté próximo, una parte del Ser Divino existente por su propia naturaleza espiritual según el carácter del Principio, que es el Comienzo y el Fin, descenderá sobre la Tierra… y dará nacimiento a una raza que seguirá las leyes de la Edad Primordial” (Jean-Pierre Schnetzler): ¡¡¡VEN SEÑOR JESÚS!!!

ASÍ SEA.

UNA RUTA SAGRADA EN TRES ETAPAS: PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO

-Primera Etapa (21-IV-2023), desde San Vicente de la Barquera hasta Cades, en total cerca de 29 km, con un desnivel positivo acumulado de cerca de 600 metros. A lo largo del peregrinaje pasamos por las localidades de Serdio, Muñorrodero, Cabanzón y Cades, localidad esta última donde nos hospedamos en un bello albergue en la falda de la montaña y justo al lado del río, pero lleno de gente irrespetuosa, charlatana e irreverente; cosas de la asquerosa postmodernidad demoníaca y progresista; como dicen los textos sagrados, “hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte”… El sentido sagrado de la peregrinación, del carácter simbólico y espiritual del “viaje” tal como era sentido en el mundo antiguo, hoy ha sido profanado y transformado de forma grosera y caricaturesca por esa basura antitradicional y antisacral que es el “turismo”. Como decía Santo Cura de Ars, “para el hombre que se deja conducir por el Espíritu Santo parece que no hay mundo; para el mundo, parece que no hay Dios”.

-Segunda Etapa (22-IV-2023), desde Cades hasta Cabañes, en total cerca de 31 km, con un desnivel positivo acumulado de más de 1500 metros, sin duda la etapa más dura y agotadora, pero también la más bella marchando por bosques, parques fluviales, ríos, cascadas, montañas, entre bellas ermitas e incluso restos megalíticos: “Es libro para ti la Sagrada Escritura, para que la oigas. Y es libro para ti el orbe de la tierra, para que lo veas” (San Agustín); el segundo es el “Libro de la Naturaleza” del que hablaba el gran arquitecto Antonio Gaudí, Libro superior y prototípico a cualquiera efectuado por la mano del hombre. A lo largo de la marcha pasamos por los municipios de Cicera, Lebeña y Cabañes, localidad esta última donde nos alojamos, concretamente al lado mismo de la bella iglesia románica del pueblo y en un albergue desde luego mucho más tranquilo que el primero.

-Tercera y última Etapa (23-IV-2023), desde Cabañes al Monasterio de Santo Toribio de Liébana, en total cerca de 14 km, con un desnivel positivo de 400 metros. Pasamos por los municipios de Tama y Potes antes de llegar al objetivo final, el fascinante Monasterio de Santo Toribio de Liébana, donde veneramos el Lignum Crucis, la reliquia del trozo más grande de la Cruz de Cristo traída por Santo Toribio de Jerusalén, donde llegó a ser sacristán mayor de la Iglesia de Santo Sepulcro; siendo obispo de Astorga combatió con virulencia la herejía prisciliana. Años más tarde, sufrió las persecuciones de Teodorico II, debiendo refugiarse en la región asturiana del Monsacro (siempre en todas las tradiciones sagradas y heroico-viriles aparece el simbolismo metafísico de la Montaña como Axis Mundi, como Centro y Eje cósmico. Las Cumbres nos hablan, tanto ayer como hoy, a todo aquel que sabe entender su lenguaje, sellado por la impronta de la Eternidad). De vuelta a Astorga, falleció en el año 476. Sus restos fueron trasladados alrededor del siglo VIII al Monasterio de Santo Toribio de Liébana junto al Lignum Crucis, con el fin de ser protegidos del avance de las hordas sarracenas. Como dato curioso, más bien repugnante y diabólico, comentar que desde la implantación en la actual HEZ-paña de la tiranía totalitaria plandémica, dicha reliquia ya no puede besarse, cosa que pudimos comprobar personalmente; dijo uno de los nefastos Papas post-conciliares que “el humo de Satanás había entrado en los templos” (Pablo VI 1972), ello muy pocos años después de la clausura del desastroso Concilio Vaticano II, y efectivamente así ha sido en esta fase más tenebrosa y disoluta de la Edad Oscura en la que estamos

inmersos, pero como dijo Nuestro Señor Jesucristo, “en el mundo tendréis tribulación, pero ¡ánimo! yo he vencido al mundo”.

Para finalizar, cerrando estas estupendas jornadas, degustación de un sabroso cocido lebaniego en un restaurante cerca de la localidad de Potes, comida de hermandad y en sana camaradería reponiendo energías, un tanto maltrechas después de más de 70 kilómetros recorridos a lo largo de tres días y con muy pocas horas de sueño en nuestro haber, pero también es verdad, que a medida que el cuerpo se debilitaba, nuestro espíritu se fortalecía.

FUERZA HONOR Y TRADICIÓN

SEMPER FIDELIS

¡¡¡VIVA CRISTO REY!!!

Ioannes Mons Christus

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