VESTIR AL DESNUDO

Me ha sorprendido gratamente la reacción de muchos lectores del post de la semana pasada (https://elzoharesplendor.wordpress.com/2025/04/25/gracias/), alguno de los cuales me ha pedido que siguiera con el tema la Torah y las gracias. El tema es inagotable, aunque no voy a extenderme mucho y simplemente haré algún añadido a lo que ya dije.

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Es obvio que no se puede separar el hecho de agradecer del misterio de la gracia, que en la cábala se asocia con dos sefirot concretas, Hod (הוֹד) que significa “esplendor” y procede de la raíz Lehodot (להודות), que significa “agradecer”, (tenemos aquí a una primera enseñanza) pero también con Hessed (חסד) , que se suele traducir como “bondad” y que nos va a regalar una segunda enseñanza.

Volviendo a los niños pequeños que están estudiando las letras, al comparar Torah (תורה) y Todah (תודה), nos enseñan que Torah (תורה) procedía de Todah (תודה), de “gracias”: hay que aprender a agradecer limpiamente. Puliendo la parte superior derecha de la Dalet (ד), que significa “puerta”, se obtiene una Resh (ר). Hay, pues, que pulir la parte superior derecha de la esta letra, que corresponde a la jamba derecha de la puerta, muy cerca de donde se coloca la Mezuzah. Así nos enseñan que la Torah procede del agradecimiento, de la sefirah Hessed, y que en el acto de pulir, como cuando se hacen chocar dos piedras de pedernal, saltan chispas.

Por su parte, los sabios del Talmud nos explican que el mundo también fue creado con Hessed y que corresponde a la “luz oculta”, Or Ganuz (אור גנוז). La guematria de Olam Hessed Ibaneh (עולם חסד יבנה), “el mundo fue creado con Hessed es 285, como la de Or Ganuz Ze (אור גנוז זה), “esta luz oculta”. También el Talmud (Sotá 14a) se enseña que así como Dios comenzó la Torah con un acto de Hessed (vistiendo a Adán y Eva), también creó el mundo con Hessed.

La relación entre las chispas y Hessed la vemos en lo que dice el Talmud comentando Deuteronomio (IV-24):

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“Porque el Eterno, tu dios, es un fuego devorador”. Así como viste al desnudo, como está escrito: «y el Señor Dios hizo para Adán y para su mujer vestiduras de piel, y los vistió» (Génesis III-21), así también debes vestir al desnudo.”

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Leemos en el Zohar (II-152a):

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“Puesto que la Torah descendió a este mundo, si no se hubiera revestido de estos vestidos que están en el mundo, es decir, las narraciones y temas vulgares, el mundo no hubiera podido soportarla”.

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Pero volvamos a las dos enseñanzas a las que hacíamos alusión. Si el verbo agradecer está relacionado con Hod, el esplendor, es porque dar las gracias también produce unas chispas de luz. El Hessed al que aludíamos como portador de una segunda enseñanza tiene que ver con el vestir al desnudo. El hombre desnudo es nuestro hombre interior que vamos vistiendo durante toda nuestra vida con estas chispas de luz cada vez que agradecemos. Así se va formando el cuerpo de luz, el cuerpo de santidad.

Cuando calculamos la guematria de Todah (תודה), “gracias” vemos que es 415. Se trata exactamente de la guematria de Keddushah (קדושה), ”santidad”.

JULI PERADEJORDI

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